El flamante presidente de Perú, Pedro Castillo, prometió hoy, en su discurso inaugural, que ya no habrá “más trabajos precarios”, desarrollará un mejor sistema de salud que alcance a todo el territorio y construirá “un país más próspero, más justo” porque, argumentó: “La historia del Perú silenciado es también mi historia”.
A su vez Castillo prometió un “cambio responsable”, con respeto a la propiedad privada y a los avances logrados en los últimos años.
Castillo afirmó que es “totalmente falso” que su Gobierno vaya a incurrir en expropiaciones o estatizaciones, como afirman sus adversarios, pero advirtió que habrá un sistema en el que “las grandes empresas no estafen al fisco” y en que el Estado asuma un rol fiscalizador en “la defensa del ambiente y los derechos de los consumidores”.
Vestido con un traje sobrio con cierre y detalles de diseños de ropa autóctona de su región y su tradicional sombrero blanco, el mandatario electo, que derrotó en segunda vuelta el 6 de junio a la líder de derecha Keiko Fujimori, por un 50,1% contra un 49,9%, asumió el cargo y, acto seguido, lo hizo su vicepresidenta, Dina Boluarte.
A la investidura asistieron como invitados el rey Felipe de España, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Sebastián Piñera, y Ecuador, Guillermo Lasso, y el expresidente boliviano Evo Morales, entre otros.