Ignacio Plácido Galicia Arce, un hombre de 63 años que habitualmente vende tortas fritas y pan por las calles de Santa Rosa, está cansado. “Me quiero jubilar, pero no me reconocen aportes cuando trabajé en el Gobierno provincial. Estoy agotado, no doy más…”, contó.
El viernes 6, con un cartel, se ubicó frente a la sede de la Anses (Sarmiento y González). Se lo vio muy angustiado y enojado. “Sí, estoy con bronca. Hoy es el cumpleaños de 15 de una de mis hijas y no le puedo regalar nada porque no tengo ni un peso”, dijo a Diario Textual.
En el cartel indicó que tiene diferentes dolencias, como hipertensión arterial, hipertrofia y sobrecarga ventricular, bradicardia e hipoacusia. “Hasta tengo una válvula en el corazón”, contó.
“Mi primer trabajo en blanco fue siendo menor de edad, en el Gobierno pampeano”, recordó. Fue cadete de la Cámara de Diputados. “Entré el 14 de marzo de 1975, cuando tenía 16 años. El presidente de la Legislatura era Rubén Marín”, sostuvo. «Luego trabajé muchos años en actividades privadas», agregó.
“Ahora no me los quieren computar esos años primeros años en Diputados”, contó. “Puse una abogada, pero no se ‘movió’ y quedó todo en la nada”, agregó. El problema residiría en que el Instituto de Seguridad Social de La Pampa no le computa esos años.
Ignacio tiene una pensión provincial. “Pero no me alcanza. Apenas si pago el alquiler”, sostuvo.
Trabajó 47 años, pero ahora está desocupado. “Por eso me ven vendiendo tortas fritas y pan”, dijo.
“Tengo una hija, de 21 años, que está estudiando en Córdoba y a la que, con la venta de tortas fritas, le estoy pagando una computadora. A la de 15 años no le pude pagar el cumpleaños…. Y al de 12 también quiero ayudarlo…. Ahora me enteré que van a jubilar a los que no hacen aportes, y por eso me recalenté y me vine a reclamar”, sostuvo.
