El cofundador y jefe negociador de los talibanes, mulá Abdul Ghani Baradar, llegó este sábado a la capital afgana para mantener conversaciones con miembros de su grupo y otros representantes políticos con vistas a formar un nuevo gobierno.
«Estará en Kabul para mantener conversaciones con líderes de los combatientes yihadistas y con responsables políticos para formar un gobierno inclusivo» dijo un dirigente talibán a la agencia de noticias AFP.
Otro histórico líder talibán visto en la capital en días recientes es Khalil Haqqani, uno de los «terroristas más buscados» por Estados Unidos con una recompensa de 5 millones de dólares.
Medios sociales protalibanes mostraron imágenes de Haqqani reunido con Gulbuddin Hekmatyar, quien fue su rival durante la guerra civil de comienzos de 1990 y una figura todavía influyente en la política afgana.
Otra nombre importante de la llamada red Haqqani, Anas Haqqani, también estuvo en la capital y se reunió con el expresidente Hamid Karzai y con Abdullah Abdullah, que dirigía el proceso de paz para la administración anterior.
Baradar llegó el martes a Afganistán procedente de Qatar, pero optó entonces por dirigirse a las segunda mayor ciudad del país, Kandahar, la cuna histórica de los talibanes.
A las pocas horas de su llegada, los talibanes aseguraron que su mando sería «diferente» esta vez.
Baradar, nacido en la provincia de Uruzgan (sur) y educado en Kandahar, es el cofundador de los talibanes junto con el mulá Omar, fallecido en 2013, pero cuya muerte fue ocultada durante dos años.
Como muchos afganos, su vida se moldeó con la invasión soviética en 1979, que lo convirtió en muyahidín, un combatiente islámico fundamentalista, y se cree que luchó junto con el mulá Omar.
En 2001, tras la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán, se decía que formaba parte de un pequeño grupo de insurgentes dispuestos a un acuerdo en el que reconocían la administración de Kabul. Pero esta iniciativa no prosperó.
Baradar era el jefe militar de los talibanes cuando fue arrestado en 2010 en Karachi, Pakistán. Fue liberado en 2018 especialmente por la presión de Washington.
Escuchado y respetado por las distintas facciones talibanes, fue nombrado jefe de su oficina política, ubicada en Qatar.
Desde el país del golfo, llevó las negociaciones con los estadounidenses, que condujeron a la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán.