Los talibanes dieron este sábado el plazo de una semana a los exfuncionarios del gobierno afgano depuesto para que entreguen todos los bienes públicos, incluidas las armas, en un paso más para consolidar su control en el país.
A punto de cumplirse dos semanas de la reconquista de Kabul y en vísperas del retiro de las tropas internacionales, el portavoz del régimen, Zabihullah Muyahid, dio un ultimátum para la entrega de todo el material. «Se informa a todos aquellos que tengan medios, armas, municiones y otros bienes del gobierno para que entreguen los objetos mencionados a los órganos pertinentes del Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) en el plazo de una semana», escribió en Twitter el vocero.
Exhortó a cumplir con la orden para que «no haya necesidad de procesar o dar tratamiento legal a los infractores si son descubiertos», añadió.
Este llamado a la entrega voluntaria ocurre en momentos en que se espera que los líderes talibanes anuncien la conformación del nuevo gobierno, que esperan tener en funciones antes del 31 de agosto, fecha de la retirada de las tropas internacionales luego de 20 años de ocupación en Afganistán.
El movimiento islamita ya tomó control de parte del aeropuerto de Kabul, desde donde Estados Unidos y sus socios evacuan masiva y frenéticamente a decenas de miles de sus ciudadanos y afganos.
A los muertos y heridos por las avalanchas que se generaron en medio de la desesperación de miles de afganos que intentan entrar todos los días a la terminal aérea para escapar del país, el jueves se sumó un atentado cometido por la milicia Estado Islámica, enemiga tanto de Estados Unidos como de los talibanes.
Ahora mismo, la red Haqqani, un grupo muy estrechamente relacionado con el movimiento, se encuentra al frente de los controles en la ciudad, informó la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, la situación de seguridad dista mucho de estar controlada como lo demostró el ataque de esta semana.