La Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa decidió salir del consejo de administración de la Federación Pampeana de Cooperativas (Fepamco) en “desacuerdo con el modelo de conducción” de la federación y con la presunta incompatibilidad en que habría incurrido su presidente, Carlos Santarossa, al ocupar un cargo en Pampetrol.
En rigor, la relación de la CPE con Fepamco ya se había resquebrajado cuando las autoridades de la federación no acompañaron al reclamo por el atraso tarifario. Otro punto de discordia fue la Ley de Desarrollo Energético, que fue cuestionada por la CPE debido a que las cooperativas no pueden generar energía por su cuenta porque son distribuidoras, aunque sí podrán incursionar en esa unidad de negocios asociándose entre algunas de ellas, con Pampetrol o inclusive con algún privado.
“Nosotros teníamos un lugar de consejeros suplentes y ahora no aceptamos seguir compartiendo la conducción porque no compartimos el modelo”, dijo el presidente Alfredo Carrascal en diálogo con Diario Textual.
La decisión de la cooperativa santarroseña es no integrar más la conducción de Fepamco, pero no se fue de la federación.
“Nos decían que estábamos en la conducción, pero cuando había que discutir tarifas nos dejaron afuera. ¿Cómo se explica eso?”, planteó el dirigente.
“En el tema tarifas Fepamco no nos defendió y no nos sentimos representados”, aseguró.
Alertó además de una «incompatibilidad» de Carlos Santarossa al presidir Fepamco y simultáneamente ser director de Pampetrol. “Eso no corresponde”, afirmó.
La CPE viene reclamando desde hace tiempo un atraso en las tarifas de luz y la grave situación que genera esto en el servicio eléctrico. En una nota enviada a principios de agosto a la Fepamco pataleó por la “estrechez” de los recursos asignados en carácter de subsidio y sostuvo que no avala “compensaciones arbitrarias e insuficientes” por el Gobierno provincial.
En esa nota le pidió a la federación “defender la integridad de las empresas solidarias que hoy atravieran una crisis que tenderá sin dudas a agravarse”.
Según planteó la CPE, la pandemia provocó caídas en los consumos y un fuerte incremento de la morosidad, a lo que se sumaron los aumentos salariales y los incrementos en los precios de los insumos. Esto generó una situación insostenible para las entidades solidarias.