Por Darío Giavedoni (*)
Lxs chicos son de todxs, y las responsabilidades compartidas pero No Iguales. Las denuncias por maltrato infantil se triplicaron desde la muerte del nene de 5 años, lo que demuestra la necesidad de sumar recursos para cambiar todo lo que deba ser cambiado.
El fallecimiento de Lucio nos golpeó como nunca al pueblo pampeano. Sabemos de estos dolores por distintos casos, y hemos reaccionado ante estas injusticias, pero ojalá cambie de ahora en más nuestro compromiso con la niñez. Los niñxs de la calle, los hijos de la violencia, no son de la calle, son hijos de nuestro pueblo, y por eso todxs debemos comprometernos con ellxs. Por eso es necesario que el Estado garantice sus derechos, pero también que toda la sociedad se haga responsable de sus hijxs y de participar para que el Estado cumpla con su trabajo.
El Foro por los Derechos de la Niñez de la Pampa es por ejemplo, una organización que viene denunciando las violencias que sufren las niñas y niños y las vulneraciones por parte del Estado y la sociedad toda. Recordemos que La Pampa fue la anteúltima provincia en votar la Ley de Promoción y Protección de la Niñez y la Adolescencia, y solo se aprobó gracias a la insistente lucha del Foro, que es una organización social integrada por personas de diferentes organizaciones y movimientos populares.
Esta Ley de Niñez y Adolescencia (26.061) se promulgó en Argentina luego de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) firmara la Convención Internacional por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente. Es la Ley firmada por más países en el mundo y tiene además la importancia de que cambia totalmente el paradigma de cómo mirar a este sector de la población; lxs niñxs ya no son Objetos de Derechos sino Sujetos de Derechos, ya no se puede juzgar al infante como una cosa que cuando comete un delito debe ser ingresado a una institución, porque antes el Estado debe garantizarle una serie de Derechos Humanos para que crezca sano: salud, educación, familia, identidad, trabajo para su familia, etc.. ¿Cuáles de todos esos Derechos Humanos le faltó a Lucio?
Pero esta Ley tan firmada por tantos países en el mundo no solo deposita la responsabilidad en el Estado, asegura también que es necesaria la participación y compromiso de toda la sociedad para garantizar el bienestar de la Niñez, y en ese sentido se crearon órganos nacionales, provinciales y municipales donde diversas instituciones no estatales pueden y deberían participar. Pueden integrar estos órganos ministerios estatales pero también comisiones barriales, clubes, gremios, partidos políticos, movimientos sociales, centros de estudiantes, etc.. El Consejo Provincial de Niñez en nuestra provincia, es por ejemplo, uno de esos órganos integrados por instituciones del Estado como los Ministerios de Salud y Educación y Desarrollo Social, y organizaciones no estatales como las comisiones de fomento, movimientos políticos, merenderos barriales, consejeros juveniles, etc.
Todas, todos y todes debemos hacernos responsables de las niñeces, no hay otra opción si queremos encaminar nuestro pueblo hacia una sociedad menos violenta de la que venimos. Todxs somos responsables pero también es verdad que hay diferentes grados de responsabilidad, no es el mismo el compromiso que pueden tener las organizaciones sociales y populares, o una comisión vecinal, que el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Que las responsabilidades no sean las mismas no significa que podemos depositar las culpas en lxs trabajadorxs de la niñez; psicólogos infantiles, trabajadores sociales, operadores de calle, etc., son personas que están en permanente contacto con situaciones terriblemente inhumanas. El stress y la absorción de sus vidas personales debido a su trabajo, sólo son redituables con la gratificación de poder resolver de manera positiva algunos casos, cuando las mayorías se pierden por la falta de recursos para atender correctamente a una personita, por la burocracia estatal, y por la desidia de algunas instituciones estatales o no estatales, como las mismas familias atravesadas por innumerables violencias.
Por ese motivo, debemos exigir que se termine con la precarización de lxs trabajadorxs que en su mayoría no tiene estabilidad laboral, y se destine más presupuesto pero no solo para sus salarios sino para implementar instituciones de atención a lxs niñxs que ya están estipuladas en la Ley 26.061, en la Convención Internacional (ONU), y casi no existen en nuestro país salvo por algunas raras excepciones. Un teléfono de urgencia las 24hs. para atender situaciones violentas hacia lxs niñxs es uno de esos espacios que debería crearse en cada ciudad, con Operadores de Calle capacitados en esas problemáticas que puedan llegar a cada barrio a asistir a la víctima. Necesitamos más asistencia social para lxs niñxs pero menos represión, porque de lo contrario la única que llega ahí es la policía.
De la misma manera deberían salir más a la calle los ministerios de Niñez, Educación, Desarrollo Social, Cultura, Deporte, y Salud, para que no sea solo el costado represivo de esas instituciones el que llegue a los barrios y no dependa de la buena voluntad de sus trabajadorxs.
En ese sentido, el Foro por la Niñez que viene acompañando distintos casos de violencias y abuso infantil le ha planteado al Estado algunas demandas para que la Niñez sea una política de Estado Prioritaria, que atraviese a todas las demás medidas estatales.
• Formación permanente sobre los protocolos de atención a niñxs en los espacios estatales.
• Evaluación constante por parte de las instituciones estatales de sus prácticas para identificar las fallas, reconocer aciertos y corregir errores.
• Un impostergable abordaje Integral situado de las realidades que se analicen.
• Articulación y trabajo conjunto entre las distintas áreas con actuaciones Interministeriales.
• Democratizar el acceso a la Justicia y un acompañamiento integral a las víctimas.
• Capacitaciones constantes del personal y funcionarixs en perspectiva de derechos de las niñeces y de género.
• Aumentar el presupuesto para terminar con la precarización laboral del personal que está en estas áreas, y poner en funcionamiento otros órganos como las guardias de 24hs. contra la violencia hacia las infancia.
De estas propuestas surgen algunos otros debates: ¿Por qué el Estado no dejó entrar a los gremios al Consejo de Niñez y Adolescencia? Los sindicatos tiene espalda para participar de esos debate y podrían además incorporar una perspectiva de clase, pero a la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (Utelpa), no se le permitió ingresar formalmente a esta institución. ¿Podemos pensar una Ley Lucio, que obligue a todxs lxs trabajadorxs a capacitarse en la Ley y Protocolos de Atención a la Niñez, así como se estableció la Ley Micaela?
Pero en este contexto debemos ser claros en algunos aspectos, no pueden exigir Justicia aquellos políticos neoliberales que se la pasan militando ajustes contra los trabajadores estatales y que no quieren pagar impuestos para que nuestra niñez acceda a una educación pública de calidad. El ejemplo de Cambiemos en estas elecciones fue macabro, hizo campaña pidiendo mano dura y más educación cuando fueron ellos los que con una simple firma en un Decreto terminaron con la Ley de Financiamiento Educativo del 6% del PBI, que la propia ONU indica debe ser implementada en un país que quiera ser digno. Ellxs son hipócritas, demagogos, pero debemos aclarar esos temas de cara al pueblo cada vez que sea necesario. No pueden protagonizar el reclamo de Justicia y Eficiencia hacia el Estado los mismos personajes de la Derecha Política como Cambiemos y Avanza Libertad que pretenden destruirlo, vaciar los servicios sociales y sólo fortalecerlo en sus funciones represivas como la policía y las cárceles.
Necesitamos más presencia del Estado Social para contener a las y los niños, y menos presencia del Estado represivo con su gatillo fácil, y para eso necesitamos un pueblo comprometido con las hijas e hijos del pueblo, que no se contente solo con quemar un patrullero y quejarse por las redes sociales cuando uno de los tantos casos de violencia sale en los medios de comunicación.
(*) Comunicador.