El pampeano Carlos Curruqueo, que había desaparecido en la provincia de Río Negro en octubre del año pasado, fue asesinado y enterrado en un gran pozo, junto a su camioneta.
El hallazgo del vehículo y del cuerpo de Curruqueo, de 46 años, no fue fruto de los rastrillajes policiales: un trabajador rural se encontró con el vehículo que estaba enterrado en un arenal, en medio de una chacra ubicada al sur de la ruta nacional 22, en la localidad de Fernández Oro.
Las investigaciones apuntan a un hecho de violencia y una clara intención de haber dejado el utilitario fuera de la vista de los policías y de los drones que durante semanas rastrillaron esa zona.
La desaparición del hombre de 46 años se produjo el 14 de octubre del año pasado. Desde ese momento se iniciaron distintas diligencias a la espera de poder avanzar en la búsqueda de su paradero pero no se volvió a tener ningún rastro. Hasta que un trabajador rural halló parte de la camioneta enterrada, en un medanal.