Vecinos de la ciudad mendocina de Malargüe iniciaron una serie de cortes de tránsito, para meter presión para que se haga la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento.
El reclamo se inició luego del papelón en el que quedó inmerso el Gobierno de Mendoza: pese a anunciarlo, nunca inició el trámite formal para que laude el presidente Alberto Fernández por la obra.
Según informó el diario El Sol, desde las cuatro de la madrugada de este lunes se está realizando un corte en las rutas que impide que los camiones trasladen gas comprimido a la planta de Anchoris.
El primer bloqueo se lleva adelante en la ruta 186 y 40, a la salida de los yacimientos, y el segundo, con un carácter más “simbólico” a cinco kilómetros de la ciudad.
Desde el Movimiento Popular Malargüino, José Ferrero, explicó el malestar que se vive en el departamento del sur después de años de promesas de la dirigencia política. “Portezuelo del Viento era la única esperanza, pero entra en el manoseo de un lado y de otro. La caradurez de un ministro del Interior alude a una irregularidad administrativa para no asumir que el gobierno de la nación no tiene la más mínima voluntad política de cumplir con el compromiso de hacer la obra”, insistió Ferrero.
Para el dirigente, Rodolfo Suarez debe tomar el laudo presencial que dejó Mauricio Macri. “Esperamos del gobernador una actitud valiente”, añadió Ferrero. “Nos duele en el alma tener que hacer los cortes. Solo se levantará con diálogo en serio y concreto. Creo que esto va a terminar positivamente”, concluyó.
La represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento se pretende construir sobre el río Grande. La Pampa se opone porque afectará la calidad y cantidad de agua del río Colorado.
La licitación de Portezuelo del Viento avanzó a tal punto que está lista para ser adjudicada al consorcio Malal-Hue, la unión transitoria de empresas (UTE) encabezada por la china Sinohydro Corporation junto a las firmas locales IMPSA, CEOSA y Obras Andinas. Pero tras el rechazo de La Pampa, el Gobierno nacional puso en duda la autorización para realizar la obra.
El temor es que la megaobra provoque la extinción del Colorado, que actualmente abastece para consumo y riego en Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires. Por tal motivo, el Gobierno pampeano -con el apoyo de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires- pretende que se haga un estudio de impacto ambiental regional para establecer cómo impactará su construcción.
Mendoza no quiere hacer ese estudio. Por eso el gobernador Rodolfo Suárez anunció en 2020 que iba a pedir el laudo del presidente. Sin embargo, nunca inició el procedimiento administrativo para que decida Alberto Fernández.