El juez Daniel Ralli rechazó este martes el pedido de las defensas y confirmó así los once puntos de las pericias psicológicas y psiquiátricas sobre Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez que, entre otros puntos, busca determinar si hubo un “crimen de odio” en el infanticidio de Lucio Dupuy (5 años).
Hoy se desarrolló una breve audiencia. El cuestionario, presentado en diciembre por el abogado querellante José Mario Aguerrido, fue cuestionado por las defensas: dijeron que, en su momento, no fueron notificados.
El magistrado, finalmente, mantuvo en pie los 11 puntos de las pericias.
El jueves 3 de febrero, cuatro forenses de la Justicia provincial hicieron unas entrevistas psicológicas y psiquiátricas a las imputadas Espósito Valenti y Abigail Páez.
Estos son los 11 puntos requeridos:
1) referencias de la historia personal de cada una de las imputadas y la presencia de violencia familiar en cada grupo parental, con referencia a quién era la persona portadora de la autoridad en cada caso.
2) que se requiera referencia departe de las imputadas en cuanto a sensaciones de odio o rechazo a la maternidad.
3) que se indique el protagonismo de la violencia como modo de vinculación en la historia personal de cada una y en el ámbito de su relación.
4) que se indique que lugar ocupa el hombre o la figura masculina en la vida de ambas imputadas.
5) referencia a qué significó Lucio en su vida y en la relación de la pareja.
6) que se describa cómo era la rutina de los tres en la casa que compartían (ambas imputadas y el niño).
7) que refieran qué enojaba a las imputadas del comportamiento del niño.
8) que se expidan sobre características vinculares de cada una de las imputadas.
9) que se expidan sobre la modalidad vincular en la pareja y en relación a Lucio (caracterización de los vínculos)
10) que se identifiquen sesgos o prejuicios en la modalidad vincular con el sexo opuesto (rechazo u odio a la figura masculina).
11) si existen elementos que permitan inferir rechazo u odio por el género masculino en la modalidad vicular de cada una y en la relación de pareja.
El asesinato de Lucio conmovió al país y motivó investigaciones en Educación, Salud y en Niñez y Adolescencia, entre otras áreas del Estado.
El pequeño vivió un calvario que terminó el viernes 26 de noviembre de 2021 por la noche, con su muerte, luego de ser brutalmente golpeado. Ingresó convulsionando al hospital Evita, de Santa Rosa, y no pudieron salvarlo.
Su madre, Magdalena Espósito Valenti (24) está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que su pareja Abigail Páez (27) está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso. Las dos fueron trasladadas a San Luis, donde cumplen con la detención.
El niño vivía con su madre y la novia de su mamá, en un departamento de la calle Allan Kardec. Fue llevado por Abigail el viernes 26 de noviembre de 2021, por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. En ese momento, la madre de Lucio estaba trabajando de moza en un hotel.
Posteriormente Lucio fue trasladado por una vecina, en su auto, al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Según se pudo determinar en la autopsia, murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
Era un nene constantemente maltratado. De acuerdo a lo que revelaron fuentes médicas, Lucio ingresó en su corta vida en reiteradas oportunidades a Enfermería del Hospital Evita: había sufrido una fractura en una mano y la quebradura de un dedo. Sin embargo, esas señales no fueron advertidas o denunciadas.
Tampoco en la Justicia se hicieron denuncias o se presentaron indicios que alertaran situaciones de violencia.