El Ministerio de Obras Públicas de La Pampa firmó el pago de un adicional de 176.034.863,98 pesos a la empresa Cinter por la colocación del techo al polideportivo de Santa Rosa, conocido como el megaestadio.
Este pago es a raíz de la redeterminación de precios, como consecuencia -principalmente- de la inflación.
Originalmente, Cinter ganó la licitación con una oferta de 243 millones de pesos a mayo de 2018. Esos costos quedaron desfasados, por lo que la empresa ha ido reclamando una serie de redeterminaciones de los precios. Incluso se ha extendido el plazo original de un año, por situaciones no derivadas de la empresa, por lo que también Cinter ha cobrado más dinero.
El dato se conoció este viernes, con la publicación de este pago adicional en el Boletín Oficial. Allí se indica que Obras Públicas firmó el 17 de diciembre de 2021 el desembolso de $51.537.614,74 para completar los $176.034.863,98. Es que, en otros desembolsos en 2021, ya había percibido $124.497249,24.
Aún no se sabe cuándo se inaugurará el estadio ubicado a metros de la laguna Don Tomás. Faltan, principalmente, obras complementarias que fueron postergadas durante la pandemia de coronavirus.
El Megaestadio fue una obra que se diseñó y se comenzó a construir en la primera gestión de Carlos Verna. La licitación la ganó en ese momento la constructora Inarco por 29.889.995 millones de pesos (unos 10 millones de dólares).
Debió haberse terminado en 2007, para los Juegos de la Araucanía, pero un fallo en el cálculo del techo impidió su finalización.
En medio de idas y venidas, el 30 de diciembre de 2010 se suscribió la paralización de la obra. Posteriormente, el 27 de julio de 2012, el entonces gobernador Oscar Jorge emitió un proyecto de ley a la Cámara de Diputados, en el cual requería que se lo autorizara a aprobar la documentación del montaje de una nueva estructura y cubierta metálica del estadio. También pidió que se lo autorizara a la compra de los caños necesarios para el apuntalamiento, los cuales debían ser prestados a la empresa para la ejecución de la obra. Y finalmente requirió que lo autorizaran a otorgar suspensiones o prórrogas de la obra fundadas en razones técnicas o climáticas.
La Legislatura se negó a aprobar ese proyecto. Principalmente los diputados del vernismo se quejaron de que la Provincia se hiciera cargo del costo del material.
Finalmente, en medio de acusaciones y de amenazas de juicios politicos, Jorge levantó la paralización y ordenó el reinicio de los trabajos. Fue el 18 de febrero de 2015. La empresa fue notificada el 27 de ese mes. Tenía un día para terminar. Obviamente que se venció el plazo y posteriormente Jorge rescindió el contrato con “culpa” hacia Inarco.
Posteriormente, con Verna de nuevo en el Gobierno, se llamó a una licitación para colocar el techo, con otro diseño.