El diputado nacional y exfiscal del Estado pampeano Hernán Pérez Araujo volvió a decir que «los plazos están vencidos» para que Mendoza pueda pedir un arbitraje presidencial por la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento.
«Pasaron 19 meses, los plazos están vencidos y nunca hicieron la correspondiente presentación«, sostuvo.
«La decisión de los Gobernadores se encuentra firme y consentida», expresó, en referencia a lo votado por los mandatarios de cuatro provincias en 2020, en el Consejo de Gobierno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), para pedir un estudio de impacto ambiental integral de la cuenca. «La única respuesta posible es el rechazo in límine, por extemporáneo«, añadió Pérez Araujo.
Mendoza se opone a ese estudio de impacto, por lo que reclama un laudo del presidente Alberto Fernández.
En 2020, cuando La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires votaron por hacer otro estudio de impacto, el mandatario de Mendoza, Rodolfo Suárez, anunció que pediría un arbitraje presidencial, pero nunca activó el mecanismo de resolución de conflictos.
El estatuto y el reglamento son muy claros al respecto: fijan un plazo perentorio de 60 días, prorrogables por 30 días más, para instar el procedimiento de resolución de conflictos. Esos plazos ya quedaron absolutamente vencidos, por lo que el pedido de un laudo ahora no puede ser habilitado, según interpretan en La Pampa.
En diciembre pasado, Suárez y su Gobierno quedaron envueltos en un papelón cuando le solicitaron a Alberto Fernández un “pronto despacho” sobre «el laudo» por Portezuelo.
Desde Casa Rosada le contestaron que no podían resolverlo porque nunca solicitaron ese arbitraje.
Mendoza se niega terminantemente a un estudio integral de la cuenca del río Colorado para establecer el impacto ambiental que acarrearía Portezuelo. Para la provincia cuyana, alcanza con estudios que ya se hicieron, pero que La Pampa tacha de incompletos y con gruesos errores.
Por eso La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, en el ámbito del Coirco, aprobaron en 2020 avanzar con un nuevo estudio de impacto.
La represa se pretende construir sobre el río Grande, principal tributario del Colorado. Alcanzará los 185 metros de altura, lo que la llevará a ser una de las más grandes del planeta.
Asimismo, una vez finalizada la construcción, aumentará la superficie de riego para producción agrícola y ganadera, y creará un nuevo polo turístico.
Está a punto de adjudicarse a un conglomerado de empresas. Sin embargo, Suárez pretende la luz verde presidencial. Igual ya blanqueó que tiene en carpeta un plan B: destinar el dinero a otras obras.
La Pampa y las otras tres provincias de la cuenca se resisten a esta obra porque, descuentan, afectará el caudal y la calidad de agua del río Colorado. Además, consideran que con los actuales registros hídricos nunca podrán llenar la represa.
Mendoza, más que la generación energética, le interesa Portezuelo para luego intentar avanzar con el trasvase del río Grande al Atuel. Otro proyecto al que La Pampa se opone.