Autoridades de Ucrania acusaron hoy a fuerzas de Rusia de haber bloqueado una caravana que llevaba ayuda humanitaria a la sitiada ciudad portuaria de Mariupol y de secuestrar a 15 choferes y rescatistas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó que 100.000 civiles siguen atrapados en la sureña Mariupol, una de las ciudades más devastadas por la guerra, que desde hace más de tres semanas está bajo asedio y bombardeo de las tropas invasoras rusas.
En su habitual mensaje nocturno por video a la nación, el mandatario dijo que Rusia había acordado de antemano la ruta por donde pasaría el convoy con lo que Ucrania describe como ayuda humanitaria, informó la agencia de noticias Europa Press.
“Estamos tratando de organizar corredores humanitarios estables para los residentes de Mariupol, pero casi todos nuestros intentos, lamentablemente, son frustrados por los ocupantes rusos, con bombardeos o terrorismo deliberado”, dijo Zelenski.
La viceprimera ministro Irina Vereshchuk dijo que las fuerzas rusas secuestraron a 11 choferes de colectivo y a cuatro rescatistas y se quedaron con sus vehículos.
Más de 7.000 personas fueron evacuadas ayer de Mariupol por un corredor humanitario, es decir, una ruta previamente acordada entre los beligerantes a lo largo de la cual se supone que debe observarse una tregua.
Sin embargo, unas 100.000 personas más permanecen en la ciudad «en condiciones inhumanas, bajo bloqueo, sin comida, sin agua, sin medicamentos y bajo bmobardeo constante», dijo Zelenski.
Antes de la guerra, Mariupol, a orillas del mar de Azov, tenía 430.000 habitantes.