Eduardo “El Chino” Ros, condenado por violación en Santa Rosa y detenido en las últimas horas, vivió cuatro años prófugo en un hotel ubicado en la frontera entre Brasil y Uruguay. Según contó él, hacía tareas de mantenimiento en el Hotel Palace. También cocinaba.
Ese alojamiento se encuentra en la ciudad de Santana do Livramento (Brasil), sobre la calle Manduca Rodríguez.
Está a solo cuatro cuadras de la ciudad de Rivera, de Uruguay. Precisamente “El Chino” fue interceptado cuando caminaba por una calle de Rivera, pudo saber Diario Textual.
“¡Chino!”, le gritó el martes el propio jefe de la Policía pampeana, Daniel Guinchinao, al salirle al cruce.
Ros, al escuchar su apodo, quedó paralizado. A su lado, detrás, ya estaba Horacio Cabrillana, jefe de la Unidad Regional I de Santa Rosa, con otro oficial. “Ya está Chino”, le dijo, y le apoyó una mano sobre el hombro de Ros. Así se terminaron cuatro años de escaparse de la Justicia.
El operativo había comenzado el domingo, cuando un informante dio el dato a la Subsecretaría de Derechos Humanos de La Pampa, que ofrecía un millón de pesos de recompensa, de dónde podría estar. Ese día, precisamente, era el cumpleaños de Ros.
Los policías pampeanos viajaron el lunes. Al llegar lo vieron en uno de los balcones del hotel. Estaba solo, tomando mate. Un día después, el miércoles, lo interceptaron. Finalmente policías de Uruguay lo detuvieron.
Ros no había cambiado su aspecto. Incluso parecía estar tranquilo en ese lugar: de hecho, hay fotos en las redes sociales de visitantes del hotel con el prófugo.
Era el dueño del extinto boliche bailable Babilonia. Estaba prófugo desde enero de 2018, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme su condena a 8 años de cárcel: fue imputado por haber abusado sexualmente de una adolescente de 16 años.
Por el momento permanece en Uruguay. Ya fue sometido al inicio de un procedimiento de extradición para ser trasladado a La Pampa.
