El Ejército de Ucrania estimó hoy en cerca de 17.000 los soldados rusos muertos en combate desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, una cifra de la que no brindó más datos pero que es muy superior a la reconocida hasta ahora por Moscú, que el viernes aseguró que 1.351 militares compatriotas habían muerto durante la invasión.
El Estado Mayor del Ejército ucraniano indicó además en un mensaje en su cuenta oficial en Facebook que hasta la fecha han sido destruidos 586 carros de combate, 302 sistemas de artillería y 95 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados, reseñó la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, manifestó que también fueron destruidos 123 aviones, 127 helicópteros, 54 sistemas de defensa antiaérea, 1.150 vehículos, siete embarcaciones, 73 tanques de combustible y 66 drones.
La cifra de bajas en las tropas invasoras contrasta con la facilitada el viernes por el primer adjunto a la Jefatura del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el general Sergei Rudskoi, quien confirmó 1.351 militares rusos muertos y 3.825 heridos desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.
“Las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania han ascendido a unos 30.000 efectivos, de los cuales 14.000 han muerto y otros 16.000 sufrieron heridas”, manifestó Rudskoi, quien resaltó que unos 7.000 militares ucranianos murieron en los combates ocurridos en las zonas disputadas del Donbass, en el este del país, uno de los principales frentes de combate, de población rusoparlante.
En Moscú, en tanto, el Ministerio de Defensa ruso informó hoy que en las últimas 24 horas la aviación y la defensa antiaérea derribaron otros cinco aviones de combate ucranianos y 19 drones.
“La aviación y la defensa antiaérea de la Fuerza Aeroespacial de Rusia derribaron en el aire cuatro aviones de combate Su-24 de la Fuerza Aérea de Ucrania en la provincia de Chernígov (…) Un caza Su-27 ucraniano fue derribado cerca de la ciudad de Kramatorsk, en Donetsk”, dijo el portavoz de la institución, el general mayor Ígor Konashenkov, en una comparecencia ante la prensa.
Además, añadió, fueron destruidos en un día 19 aviones no tripulados, así como cinco proyectiles disparados de un lanzacohetes múltiple en la provincia de Jerson, en el sur de Ucrania, recogió la agencia de noticias rusa Sputnik.
En un ataque aéreo, indicó, fueron neutralizados 36 objetivos militares ucranianos, entre ellos dos centros de mando, tres arsenales, dos sistemas de misiles y un lanzacohetes múltiple, así como equipos militares concentrados en 23 áreas y dos depósitos de combustible de uso militar.
Desde que comenzó la invasión, hace 33 días, las fuerzas de Rusia destruyeron más de 300 aviones no tripulados, más de 1.700 tanques y otros equipos.
“En total desde el inicio de la operación especial han sido destruidos 308 drones, 1.713 tanques y otros vehículos blindados”, subrayó.
Añadió que también fueron neutralizados 170 lanzacohetes múltiples, 715 cañones y morteros, así como 1.557 automóviles militares.
El 24 de febrero pasado Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.