La secretaria de la Mujer, Género y Diversidad de La Pampa, Liliana Robledo, habló sobre la importancia de que el entorno de las personas víctimas de violencia machista “informen” a las áreas municipales o provinciales que abordan el tema. “Cualquier persona puede informar, no sólo a través de una denuncia penal, y desde las áreas en temática se empieza a pensar una estrategia para abordar esa situación”, explicó al referirse a los dos femicidios ocurridos en 72 horas en Santa Rosa.
La funcionaria pidió no culpabilizar a los entornos. “No hay que culpabilizar a los entornos, pero sí que sepan que si saben de situaciones violentas y si la víctima no se reconoce como víctima y tiene miedo de hacer la denuncia o no cree que la persona puede llegar a cometer un femicidio, puedan recurrir a cualquier institución de la temática”, aclaró en declaraciones a Radio Nacional Santa Rosa.
Robledo confirmó que en ninguno de los casos hubo denuncia previa por violencia. “Es muy frustrante que ninguna de las dos víctimas haya podido llegar a ninguna institución que trata la temática. No había denuncias de ningún tipo y no había posibilidad de intervenir para impedir estos desenlaces”, expresó.
La funcionaria recordó e insistió en la necesidad de que este tipo de situaciones de violencia se informen a alguna institución. “Cualquier persona puede informar, no sólo a través de una denuncia, y se empieza a pensar una estrategia para abordar esa situación”, explicó.
Retiro de armas
“Nosotros apostamos a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana”, dijo. “Pero estos fueron casos de agencias federales. Y lo separo porque desde el Estado hemos tomado cartas en el asunto respecto a las armas reglamentarias y si hay denuncia se le retira y cuando no hay denuncia también tenemos la forma de trabajar cuando se nos informa de una situación de violencia”, explicó. «Eso ha derivado en distintas acciones como cesantía o retiro de armas. Hay distintos procedimientos que tal vez se desconocen, pero se realizan dentro del Gobierno de La Pampa. La discusión con el uso del arma es amplia, no tengo una posición tomada. Creo que hay que analizarlo y discutirlo. Sinceramente, yo no creo que toda la Policía de La Pampa ni todas las fuerzas de seguridad sean potenciales femicidas, no hay estadísticas que me comprueben lo contrario”, consideró
“La violencia nos ha demostrado que está en todos lados y que también hay mucha hipocresía en tono a la temática. Debemos preguntarnos qué hacemos como sociedad y qué hacemos cuando vemos o sabemos que hay una situación”, reflexionó.
Este lunes, un sargento del Ejército Argentino asesinó de dos balazos con un Fusil Automático Liviano )(FAL, un poderoso arma de guerra) a su exnovia y luego se suicidó.
Se trata del segundo femicidio cometido en la capital de La Pampa en tres días: el pasado viernes un integrante de la Policía Federal Argentina (PFA) asesinó también con el arma provista por la fuerza a su pareja y luego se mató.
En este caso el hecho ocurrió esta madrugada, a las 6.05 horas, en una vivienda situada en Dante Alighieri la 1300 -entre Pestalozzi y Wilde, en el barrio de Villa Alonso-.
El militar Elías Funes, de 41 años y con el cargo de sargento en el Regimiento de Infantería 12 de Toay, atacó a su exnovia, Marianela Vega Merino, de 30 años, con un Fusil Automático Liviano (FAL) perteneciente al Ejército Argentino. Era el encargado de la Sala de Armas y la retiró sin autorización.
El asesinato seguido de suicidio se registró a las 6.05 horas. Un testigo, que estaba despierto en ese momento en otro departamento, dijo a Diario Textual que escuchó tres potentes disparos. “Nunca me imaginé que eran tiros”, contó.
El hecho fue descubierto cerca de las 9 horas. Es que la ausencia de Marianela a uno de sus trabajos generó una alerta. La empleadora la llamó en reiteradas oportunidades al celular y, como no contestó, se comunicó con un hermano de la joven.
Ese hermano llegó al complejo de departamentos e ingresó, junto a policías, por una ventana rota. Fue el primero en ingresar.
Poco a poco fueron llegando más policías, los peritos, los fiscales y otros familiares. Entre ellos, la hija de 13 años de Marianela.
El asesino y la víctima habían sido novios y aún convivían en el departamento. Sin embargo, ya estaban separados: ella le estaba pidiendo que se retirara del lugar.
El caso de Susana Muñoz
Es el segundo femicidio ocurrido en los últimos tres días en Santa Rosa, ambos con características similares. El viernes 25 el policía federal Antonio Gustavo Boland (44 años) mató de tres balazos con su arma reglamentaria 9 mm a Susana Muñoz (51 años), en el pasaje Salveire al 1700, en el barrio de Villa Elisa. Luego intentó quemar la casa -inició un incendio en un colchón y en un sofá- y se suicidó con la misma pistola.