Marcela Paladino, exmédica psiquiatra de la Policía provincial e integrante de la Colectiva por una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, dijo que “el policía no debería llevarse el arma a su casa” para evitar casos como los femicidios de Susana Muñoz y Marianela Vega Merino, asesinadas por miembros de fuerzas de seguridad. “Hay riesgo de femicidio cuando hay un arma en la casa, porque en una discusión no hay protocolo, solo es la emoción y enojo”, dijo. “Un policía fuera de servicio actúa más impulsivamente y así es como comete un montón de situaciones”.
Los dos femicidios seguidos de suicidios ocurridos en Santa Rosa en los últimos días por parte de un policía federal y un integrante del Ejército, utilizando armas de ambas fuerzas, reavivaron el debate sobre quién controla la portación de armas.
Paladino habló del tema en Radio Textual (LU 33) y claramente expresó su posición de que el arma no sea llevada a su casa por parte de los miembros de las fuerzas policiales y militares.
“Un policía fuera de servicio actúa más impulsivamente y así es como comete un montón de situaciones que en La Pampa no lo vemos tan frecuentemente, pero pasa mucho en el mundo. Por eso hay que educar de manera más profesional al policía, con más recursos de saberes sobre la seguridad y como última instancia el uso del arma”, explicó Paladino.
“Llevar el arma es una tensión permanente. Si se la roban ese efectivo se come un sumario y un descuento económico, porque la tiene que pagar. Además, un cerebro no puede estar en tensión permanente de cuidar un arma, de hacer uso, las emociones existen y las enfermedades psicológicas son altas, eso se ve”, aseguró.
La psiquiatra también hizo mención a la formación rígida que reciben en las fuerzas de seguridad como un elemento a tener en cuenta a la hora de analizar los últimos hechos de violencia contra mujeres.
“La formación que reciben es de generar carácter, que es la misma que trajeron de los militares franceses para la represión. El policía para generar carácter tiene que sufrir y padecer atrocidades, como por ejemplo correr un día entero en el verano sin darles agua. Eso hay que reformar porque esas violencias que reciben son las que luego bajan a su familia y a la sociedad, es la forma de reaccionar”, alertó.
“Hay riesgo de femicidio cuando hay un arma en la casa, porque en una discusión no hay protocolo, solo es la emoción y enojo. Entonces la formación es importante, profesionalizar a la policía significa que ellos puedan actuar, pero que el arma sea la última opción, que primero se busque la mediación y el consenso”, remarcó.