Ucrania inició una investigación por crímenes de guerra luego de que se encontraran cuerpos de civiles esparcidos en las calles cuando las tropas rusas se retiraron de las áreas alrededor de la capital, Kiev.
Bucha e Irpín fueron símbolos de resistencia a la invasión rusa, pero ahora se están convirtiendo en sinónimos de los abusos más graves de la guerra.
Según las autoridades ucranianas, hasta el momento se han encontrado los cuerpos de 410 civiles en los alrededores de Kiev.
Rusia sostiene, sin pruebas, que las fotos y los videos son “una representación preparada o montaje” por Ucrania.
Muchos países occidentales han expresado su horror ante las imágenes de cuerpos desperdigados por las calles de las ciudades.
“Quizás recuerden que me criticaron por llamar a Putin criminal de guerra. Bueno, la verdad, han visto lo que pasó en Bucha… Es un criminal de guerra. Pero debemos reunir información”, aseguró este lunes el presidente de EE.UU., Joe Biden.
El mandatario estadounidense hizo además un llamado para que se lleve cabo un juicio por crímenes de guerra contra el presidente ruso y añadió que está buscando implementar más sanciones tras de las atrocidades denunciadas en Ucrania.
Alemania lo ha condenado como un “crimen de guerra terrible”. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó las imágenes como “insoportables”.
Y el primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó que esos “horribles ataques” son evidencia de crímenes de guerra.
Pero el alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, le ha pedido a los líderes europeos algo más que condenas.
En una videoconferencia con alcaldes reunidos en Ginebra, Suiza, Klitschko llamó a cortar todos los lazos comerciales con Rusia. “Cada euro, cada centavo que reciben o envían a Rusia tiene sangre. Es dinero sangriento y la sangre de ese dinero es sangre ucraniana. La sangre del pueblo de Ucrania”, dijo.
Dos o tres días después de que Rusia iniciara el 24 de febrero una invasión a su vecino, una columna de tanques y vehículos de transporte blindados rusos que llegó al pueblo de Bucha, de camino a Kiev, fue atacada por ucranianos. Esto puso un alto a su avance.
Los rusos reunieron más fuerzas y se quedaron en la zona en las afueras de la capital, sin poder avanzar mucho, hasta que comenzaron a retirarse el 30 de marzo para concentrarse en la guerra en el este de Ucrania.
Muchos civiles huyeron, pero algunos se quedaron atrás, tratando de evitar a las fuerzas rusas.
Es en este período en que, presuntamente, los rusos comenzaron a ir casa por casa.
Testigos describieron cómo soldados rusos dispararon a hombres que trataban de huir, luego de que les negaran la posibilidad de hacerlo a través de corredores humanitarios.
Al menos 20 hombres muertos fueron encontrados tirados en la calle. Muchos tenían graves heridas; algunos habían recibido disparos en la sien, como si los hubieran ejecutado. Algunos claramente habían sido atropellados por tanques.