El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, justificó hoy los aportes del Estado a la Iglesia luego de que el jefe de Gabinete revelara los sueldos del obispado. «Uno se fija en lo que es la limosna en la misa, en el momento del ofertorio se hace una colecta, que suele ser miserable», dijo Aguer.
En su informe ante Diputados, Peña detalló que el presupuesto para todo 2018 asciende a 130,4 millones de pesos. Especificó, además, que los obispos cobran 46.800 pesos por mes mientras que los obispos auxiliares y eméritos perciben 40.950 pesos mensuales. Esto generó malestar en la Iglesia.
«Si me rebajan o quitan ese dinero me arreglaré como pueda. Pero aquí hay una razón histórica muy fuerte que tiene que ver con el hecho, también histórico, de que la mayoría del pueblo argentino es bautizado en la Iglesia Católica», explicó Aguer en diálogo con el periodista Nelson Castro.
«Creo que hay una mala educación, una deseducación (sic) en los fieles católicos que no aportan. Uno se fija en lo que es la limosna en la misa, en el momento del ofertorio se hace una colecta, esa colecta suele ser miserable», consideró.