El presidente Mauricio Macri resolvió este fin de semana avanzar con la mayor reestructuración de su equipo desde que asumió, que incluye la eliminación de entre 10 y 13 ministerios y la probable salida de los dos vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. De este modo, busca dar respuesta a las demandas de una reducción de la estructura política y al mismo tiempo oxigenar el Gobierno en medio del fuerte desgaste provocado por la crisis económica.
Macri se recluyó ayer en Olivos con sus equipos económico y político y avanzó en medidas para aumentar ingresos con reformas en el régimen de retenciones a los sectores exportadores, la suspensión de rebajas impositivas previstas en la última reforma tributaria y un plan de recorte de ministerios y otros gastos operativos del Estado.
Se evalúa reducir 13 carteras. La idea es fusionar algunas y eliminar otras. Si bien el jefe del Gabinete, Marcos Peña, fue confirmado por Macri, sus vicejefes Quintana y Lopetegui (muy desgastados dentro y fuera de la Casa Rosada), numerosas fuentes oficiales los daban fuera del Gabinete, publicó el diario La Nación.
Entre los ministerios que estaban en la mira de una posible degradación al nivel de secretaría se encontraban Ambiente, Ciencia, Cultura, Energía, Agroindustria, Producción, Transportes y Turismo, que históricamente eran secretarías de Estado. Entre las alternativas en análisis también estaban la fusión de Defensa y Seguridad, y el de Trabajo con Modernización, aunque esta cartera también podría terminar bajo la estructura de Jefatura de Gabinete.
De todas maneras, todavía no existen definiciones sobre ninguno de los temas. Las conversaciones continuarán hoy en la residencia presidencial y se sumarán los gobernadores y legisladores de Cambiemos, que ayer estuvieron en contacto vía telefónica. Fuentes cercanas a Elisa Carrió confirmaron que participó de conversaciones con Macri y Peña, entre otros. Allí les dejó un mensaje fuerte: «Si vas a tener oportunistas y traidores en Cambiemos, me vas a perder a mí». Según su entorno, fue un mensaje dirigido a un sector del radicalismo que buscaba no perder espacio en la movida.
El objetivo es pulir el anuncio de medidas fiscales que formulará mañana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para recuperar la «confianza» de los mercados.
En el Gobierno se respira nerviosismo y desconcierto para revertir la vulnerabilidad cambiaria que hizo trepar el dólar hasta 40 pesos y que cerró el viernes en 38. Dujovne viajará mañana por la noche a Washington para negociar el adelanto de fondos con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Chistine Lagarde.
