Pablo Alvarez, el niño de 8 años que fue sometido a un trasplante de hígado en la ciudad de Rosario luego de ser diagnosticado con una hepatitis severa de origen desconocido, fue dado de alta hoy y continuará la recuperación en su casa, informaron fuentes sanitarias. Su donante fue el joven pampeano Franco Sebastián Vistarop Olave (18), quien falleció luego de un siniestro vial en Santa Rosa: fue el donante de sus órganos que salvaron la vida de Pablo; de una joven de Villegas (quien recibió un corazón), y otra chica de Santa Rosa y un chico de General Acha (quienes recibieron, cada uno, un riñón).
“Está con muy buen humor, muy contento de volver a su casa. Es un nene que no la pasó bien, su familia tampoco, es una alegría para todos”, dijo la jefa de la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio de Niños de Rosario, Griselda Gutiérrez, luego de darle el alta al paciente este mediodía.
Vanesa, madre del niño, también se manifestó “recontenta” con el alta. “Me voy a casa con él, es revaliente”, dijo.
El chico fue trasplantado el 10 de mayo pasado en el Sanatorio de Niños de Rosario, al que había llegado unos días antes con un cuadro severo de hepatitis.
“El paciente estaba muy crítico, llegó en una situación prácticamente imposible de empeorar”, había dicho el jefe de la Unidad de Hígado y Trasplante del Sanatorio de Niños, Alejandro Costaguta,
Pero gracias a la familia de Franco, que decidió la donación de sus órganos luego de la muerte registrada el 9 de mayo en Santa Rosa, el niño fue sometido a un trasplante, la única alternativa que los profesionales consideraron para que continuara con vida.
Luego de una rápida recuperación, Pablo obtuvo el alta este mediodía y regresó a su casa de la localidad de Funes, cercana a Rosario.
Gutiérrez dijo a los medios de prensa locales que el niño deberá estar por un tiempo resguardado en una habitación, acompañado por su madre, y que solo podrá recibir las visitas de su padre y su hermana.
El caso de Pablo se conoció cuando el Ministerio de Salud de la Nación armó una mesa de trabajo con representantes de sociedades científicas para realizar un seguimiento epidemiológico de los casos sospechosos de hepatitis aguda grave de origen desconocido en población pediátrica.
El 6 de mayo pasado, el Ministerio de Salud informó que en la Argentina había ocho casos en estudio» de hepatitis grave de origen desconocido, mientras que la OMS advirtió el martes pasado la existencia de 420 casos en el mundo.