El presidente Alberto Fernández lamentó hoy que en la Cumbre de las Américas «no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar», a la vez que alertó a su colega de Estados Unidos, Joe Biden, que «es momento de abrirse de modo fraterno» para «favorecer intereses comunes» porque la administración que lo precedió desplegó «una política inmensamente dañina para nuestra región».
«El silencio de los ausentes nos interpela«, dijo el jefe del Estado en un discurso pronunciado en su carácter de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde afirmó: «Ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión».
Con esas frases, Fernández aludió en la Cumbre de Los Ángeles a la decisión de Estados Unidos de no invitar a la reunión a las delegaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
«Lamento que no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar en este ámbito tan propicio para el debate», manifestó y agregó: “Hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas”.
En esa línea, se dirigió al jefe de Estado norteamericano y dijo: «Presidente Biden. Estoy seguro de que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes».
«Los años previos a su llegada al Gobierno de los Estados Unidos de América, estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por la administración que lo precedió», advirtió Fernández y aseguró: “Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen».
En ese contexto, destacó que la intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) «fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia«, en alusión a la gestión del expresidente Mauricio Macri.
«Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política», destacó el Presidente y afirmó: «Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino«.
Además, Fernández pidió «reestructurar» la Organización de Estados Americanos (OEA) «removiendo de inmediato a quienes la conducen», en referencia al secretario general de ese organismo, Luis Almagro, si es que ese cuerpo, dijo: «Quiere ser respetado y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada».
«Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen», dijo y consideró: «Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia» en 2019 contra el entonces presidente Evo Morales.
Fernández también postuló que la Banca de Desarrollo Regional «sin más demoras tiene que volver en su gobernanza a América Latina y el Caribe» y planteó que «se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas», en referencia a la presidencia de ese organismo a cargo del estadounidense Mauricio Claver-Carone.
«No he venido a Los Ángeles a discutir cuándo hacerlo. El momento es hoy. El hambre ataca. Solo debemos debatir cómo hacerlo», afirmó el jefe de Estado y manifestó: «Ante tanta desigualdad, debemos plantear la necesidad de políticas impositivas progresivas» y dijo que «la renta inesperada que la guerra entregó como un regalo a grandes corporaciones alimenticias, petroleras y armamentísticas debe ser gravada para mejorar la distribución del ingreso».
En el marco de su segundo día de actividades oficiales en Estados Unidos, Fernández mantuvo un encuentro con el CEO de Google, Sundar Pichai. Asimismo, tiene previsto en las próximas horas una reunión bilateral con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y otra con el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.