El Tribunal Primero de Sentencia de La Paz condenó este viernes a 10 años de cárcel a la expresidenta de facto boliviana Jeanine Áñez, por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, al concluir el proceso del llamado “caso golpe de Estado II”.
La condena fue el final de un extenso proceso, con numerosas interrupciones –algunas técnicas y otras relacionadas con la salud de Áñez- y constituye la primera resolución de relevancia sobre la salida obligada del poder del entonces presidente Evo Morales y el gobierno de facto que asumió en su lugar.
Durante su alegato final, Áñez se declaró inocente. “Hice lo que tenía hacer, asumí la presidencia por compromiso… Lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad”, aseguró la derechista de 54 años.
“Todos saben que soy inocente”, agregó Jeanine Áñez, que gobernó Bolivia entre 2019 y 2020.
Áñez, encarcelada en La Paz desde hace 15 meses, es juzgada junto a exjefes militares desde febrero por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
Se le imputa haber asumido la presidencia de forma inconstitucional en noviembre de 2019 tras la renuncia de Morales (2006-2019) en medio de protestas multitudinarias por un supuesto fraude electoral denunciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), las cuales condujeron a un golpe de Estado.