Un hombre abrió fuego hoy en un desfile por el Día de la Independencia de Estados Unidos en una ciudad cercana a Chicago y mató al menos a seis personas e hirió a otras 24, en un hecho que sacude otra vez a un país divido acerca de la portación de armas de fuego.
El tiroteo ocurrió en el suburbio de Highland Park, al norte de Chicago, llinois, uno de los cinco estados donde está prohibido cargar un arma de fuego libremente en un sitio público.
El jefe de policía del municipio de Highland Park, Chris O’Neill, dijo en conferencia de prensa que el tirador es un hombre blanco de entre 18 y 20 años y de pelo negro y largo, que vestía remera blanca o celeste y aún sigue prófugo. El subcomisario y vocero de la policía local, Christopher Covelli, dijo por su parte que el sospechoso al parecer disparó contra los asistentes al desfile desde el techo de un edificio con un rifle que ya había sido encontrado. Covelli agregó que la policía cree que actuó solo.
La alcaldesa de Highland Park, Nancy Rotering, dijo que seis personas murieron y que 24 fueron trasladadas a hospitales, aunque no confirmó que todos tuvieran heridas de bala.
Por su parte, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, emitió un comunicado en el que calificó al incidente de «devastador».
Poco después, el gobernador de Illinois, el demócrata JB Pritzker, dijo en un comunicado: “No hay palabras para el tipo de monstruo que acecha y dispara contra una multitud de familias con niños que celebran un día festivo con su comunidad”.
Y el candidato republicano a gobernador, Darren Bailey, tuiteó pidió una sesión legislativa especial sobre el crimen. “Debemos llamar a una sesión especial para abordar el crimen en nuestras calles. Necesitamos exigir la ley y el orden y enjuiciar a los criminales”, expresó.
El tradicional desfile comenzó a media mañana, pero se detuvo repentinamente 10 minutos después, cuando se escucharan los disparos.
Las celebraciones del 4 de Julio también se suspendieron en varias localidades de la zona.
Los tiros sembraron el pánico en las calles de este pueblo a orillas del lago Michigan, donde cientos de personas se habían concentrado en la mañana para las celebraciones del 4 de julio.
Highland Park fue el escenario de una gran reunión en apoyo del control de armas el 11 de junio. La manifestación March for Our Lives fue una de las cientos que se llevaron a cabo en todo el país con el objetivo de presionar a los legisladores para que tomen medidas bipartidistas al respecto.
El presidente Joe Biden firmó el mes pasado el proyecto de ley sobre violencia con armas de fuego de mayor alcance aprobado por el Congreso en décadas, un compromiso que mostró tanto el progreso en un tema intratable durante mucho tiempo como la división partidista profundamente arraigada que persiste.
El tiroteo se produce con la violencia armada fresca en la mente de muchos estadounidenses, después de una masacre el 24 de mayo de 19 escolares y dos maestros en una escuela primaria en Uvalde, Texas.
Antes, el 14 de mayo, un supremacista blanco mató a tiros a 10 personas negras en una tienda de comestibles en Buffalo, Nueva York.
Además, sucede menos de diez días después de que la Corte Suprema falló a favor de una expansión de los derechos de tenencia de armas de fuego en Estados Unidos pese a la ola de tiroteos masivos.