La crisis socioeconómica que atraviesa el país se está haciendo sentir con fuerza en General Acha, donde se produjo una fuerte caída de la recaudación municipal. “La morosidad por tasas alcanza el 60 por ciento, con lo cual tenemos pérdidas de varios millones de pesos”, confesó la intendenta María Julia Arrarás (Unión Vecinal Achense).
La jefa comunal recordó que, si bien la localidad siempre se desatacó por tener un bajo porcentaje de pago de servicios municipales, durante la gestión del fallecido Roberto Zamora se había logrado bajar la morosidad por debajo del 40 por ciento. “Ahora todo aquello cambió y estamos atravesando tiempos muy difíciles”, admitió.
La mandataria aseguró que por ahora pueden afrontar el pago de salarios de los 280 municipales de planta –más un grupo de contratados-, incluso con las actualizaciones devenidas de la cláusula gatillo. “Nos ayudan mucho los ingresos por guías de campaña y coparticipación”, le dijo a Diario Textual.
Pero en medio de la crisis, el municipio debió absorber también a una decena de trabajadores despedidos del frigorífico, que cerró sus puertas hace unos meses dejando más de 100 desempleados. “Es un paliativo”, dijo.
Según Arrarás, los créditos de hasta 800 mil pesos entregados desde el ministerio de Desarrollo Territorial para financiar a microemprendedores, cuya garantía es la municipalidad, están resultando un dolor de cabeza. Sólo este año, nueve emprendedores de Acha recibieron la ayuda financiera de Provincia. “Es muy difícil el recupero de esos créditos y tenemos que responder a través de descuentos que sufrimos en la Coparticipación”, concluyó.
