El presidente brasileño Jair Bolsonaro habló brevemente por primera vez desde los resultados de la elecciones el domingo, pero no reconoció su derrota ante Lula da Silva.
“Quiero comenzar agradeciendo a los 50 millones de brasileños que votaron por mí”, dijo el mandatario brasileño desde el Palacio de la Alvorada.
“Nuestra robusta representación en el Congreso representa nuestra valores: Dios, patria y familia”, agregó Bolsonaro.
También dijo siempre fui rotulado como antidemocrático y que siempre jugo dentro de las líneas de la Constitución.
El mandatario brasileño dijo que seguirá siendo el líder de millones de brasileños que defiendan la libertad económica y la libertad de religión. Además, pidió que las protestas de sus simpatizantes sean pacíficas.
Además, afirmó que los bloqueos de camioneros en varias carreteras del país son fruto de la “indignación” y “el sentimiento de injusticia” por su derrota en las elecciones presidenciales.
Luego del triunfo de Lula, Bolsonaro superó más de las 36 horas de silencio sin sostener reuniones públicas.
En tanto, grupos de camioneros han bloqueado carreteras en casi todo el país desde la madrugada del lunes y, según videos divulgados en las redes sociales por cabecillas de esa rebelión, sólo pondrán fin a la protesta cuando “el Ejército intervenga” para “impedir que vuelva el comunismo” a Brasil.
La Corte Suprema se ha puesto firme y ordenado que las fuerzas de seguridad depongan la actitud de los camioneros golpistas, a los que ha amenazado con durísimas sanciones penales y pecuniarias.
El ministro de Justicia, Anderson Torres, aseguró este martes que la Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués) actúa de forma “ininterrumpida” y que ya ha despejado el tránsito en 192 puntos de bloqueo.
Sin embargo, la propia PRF informó este mismo martes que todavía había 267 bloqueos parciales o totales en carreteras de 23 de los 27 estados del país.