Christian Dupuy, el padre de Lucio, será el primer testigo en declarar este jueves al iniciarse el juicio contra Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez, acusadas de torturas, abusos y asesinato. “No se cómo voy a reaccionar al verles las caras”, sostuvo.
“Estoy muy tranquilo por el simple hecho de que voy a ir a decir toda la verdad y sin nada que ocultar, y también con el respaldo de que esto va a ayudar a que se haga justicia por Lucio”, expresó.
“No sé cómo voy a reaccionar al verles las caras y a escuchar las atrocidades que sufrió Lucio”, manifestó. “Siento que estoy preparado pero del dicho al hecho hay un largo trecho y mis emociones pueden jugar en mí contra y puedo llegar a quebrar. Mañana es un día importantísimo, y a toda esa gente que está organizándose para ir al palacio judicial quiero decirles que les agradezco con todo mí corazón que lo hagan, porque realmente los necesito ahí afuera apoyándome va a ser una contención muy importante para mí, pero les pido que no generen disturbios para no entorpecer el juicio”, dijo. “Cualquier tipo de traba esto se va a alargar y lo que queremos es que la sentencia sea lo más rápido posible”, finalizó en un posteo por las redes sociales.
Walter Martos, que integra el equipo de fiscales que interviene en la causa por el asesinato del niño de 5 años cometido el 26 de noviembre de 2021 en Santa Rosa, confirmó en conferencia de prensa que Christian Dupuy será el primer testigo.
A su vez, como adelantó Diario Textual, las acusadas también analizan declarar este jueves en la primera jornada del juicio para declararse inocentes.
El juicio comenzará a las 8 horas de este jueves. El Tribunal de Audiencia está integrado por los jueces Aníbal Olié, Alejandra Ongaro y Daniel Sáez Zamora.
Hay un equipo de fiscales, que irá rotando. En cada jornada estará siempre Verónica Ferrero. Alternando, dependiendo de la jornada, también se sumarán los fiscales Máximo Paulucci (general), Walter Martos y Marcos Sacco. También la fiscala adjunta Mónica Rivero.
El abogado querellante es José Mario Aguerrido y los defensores oficiales son Pablo de Biasi y Silvina Blanco Gómez.
Hay previstos 105 testigos. De ellos, 63 fueron propuestos por los fiscales y la querella. El resto, por los defensores. Se trata de policías, médicos, enfermeros, docentes, compañeros de trabajo de las imputadas, familiares y amigos.
El juicio se iniciará este jueves 10 de noviembre y, en principio, se extenderá hasta el jueves 22 de diciembre. La sentencia se conocerá en 2023.
En tanto, debido a que la acusación incluye el delito de abuso sexual, las audiencias no son públicas. Es decir, no se permite la presencia de la prensa dentro de la sala.
Los fiscales pedirán perpetua. “Las expectativas son de máxima”, dijo el fiscal Máximo Paulucci. “Consideramos que la investigación fue completa y eficiente. Las penas son suficientes para pedir la pena de prisión perpetua para ambas acusadas”, agregó. “Nuestro trabajo es demostrar que las pruebas son suficientes para tener certeza condenatoria. Nuestro objetivo es obtener ese resultado”.
El fiscal Walter Martos explicó que la teoría del caso es que “existió un maltrato infantil crónico” que derivó en el crimen final, con una agresión agravada por abuso sexual.
Según la acusación que la fiscalía ha mantenido hasta el momento, Espósito Valenti es juzgada por los delitos de homicidio triplemente calificado por el vínculo (por ser ascendiente) y con ensañamiento y alevosía, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado.
En tanto, Páez es juzgada por homicidio doblemente agravado, por ser con ensañamiento y alevosía, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado.
La querella, por su parte, le agrega que se trata de un “crimen de odio”.
Lucio murió el viernes 26 de noviembre de 2021 por la noche. Ingresó convulsionando al Hospital Evita, de Santa Rosa, y no pudieron salvarlo.
La Justicia ordenó la detención inmediata de su madre y de su novia. Los tres residían en un departamento alquilado de la calle Allan Kardec.
El nene fue llevado por Abigail el viernes 26 de noviembre de 2021, por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. En ese momento, la madre de Lucio estaba trabajando de moza en un hotel.
Posteriormente Lucio fue trasladado por una vecina, en su auto, al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Según se pudo determinar en la autopsia, murió por múltiples golpes y, además, se comprobó que tenía mordeduras de vieja data y del día del crimen. También se determinó que Lucio fue abusado y que tenía quemaduras de cigarrillo.