El Gobierno de Mendoza confirmó hoy, horas después de conocerse el laudo presidencial a favor de que se haga un estudio integral de impacto ambiental, que entierra para siempre la posibilidad de avanzar con el proyecto para hacer la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento.
“El laudo es un no definitivo a Portezuelo del Viento porque todo lo que hemos cuestionado lo ha hecho a favor de La Pampa”, dijo al diario Los Andes el ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Víctor Ibáñez. “Un nuevo estudio de impacto ambiental sometido al Consejo de Gobernadores es imposible porque La Pampa se va a oponer y necesitas unanimidad. Eso fue lo que dijo Suárez cuando presentó el escrito en marzo del 2022 además dice que se aplique la Ley de Obras de la Nación, que también habíamos cuestionado”, agregó Ibáñez.
“El laudo favoreciendo el pedido pampeano confirma la decisión de Suárez de no adjudicar, pese al pedido de muchos, incluido el peronismo. Con este laudo estaríamos en otra situación si hubiera adjudicado”, sostuvo.
En este contexto, cargó muy duro contra el peronismo mendocino. “Es sorprendente que los legisladores nacionales no hayan tenido siquiera la posibilidad de influir favorablemente en los intereses de Mendoza. La ausencia fue absoluta del Frente de Todos, La Cámpora, peronismo, en la defensa de Mendoza”, dijo.
“El laudo presidencial no es apelable, de acuerdo a la normativa de Coirco. Por eso es un no definitivo, es demoledor para la obra”, dijo. En el escrito que presentó Suárez, pedía que si sucedía esto que sucedió, Fernández habilitara el uso de fondos a otras obras, algo sobre lo que el jefe de Estado no se expresó, por lo tanto evaluarán a futuro qué decisión tomar.
“Rescato desde la decisión de Suárez de no adjudicar, de haber cuidado el dinero, el laudo que estuvo bien pedido. Hicimos todo el procedimiento, y la respuesta de Fernández es que no se haga la obra, porque no vamos a hacer un estudio, someterlo para que La Pampa nos vuelva a decir que no”, finalizó.
Ziliotto y el laudo
El presidente Alberto Fernández finalmente firmó el laudo a favor de La Pampa por la obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento: antes de iniciarse los trabajos, se deberá avanzar con un estudio de impacto ambiental integral. En los hechos, como ya se había adelantado cuando el presidente anunció en mayo que iba a atener los reclamos pampeanos, significa el fin de la iniciativa que impulsaba Mendoza. Una decisión de enorme impacto político para La Pampa.
El gobernador Sergio Ziliotto resaltó el laudo presidencial. “La lucha los pampeanos dio sus frutos. El laudo del Presidente pone fin a la aventura de Mendoza de apropiarse del Río Colorado en contra de la soberanía hídrica de La Pampa, Buenos Aires, Rio Negro y Neuquén”, dijo.
“El proyecto tiene inviabilidad técnica y económica, pero, fundamentalmente la resistencia de las otras cuatro provincias que conforman el Coirco”, manifestó el mandatario pampeano.
Pelea jurídica y política
La pelea por la construcción de la represa Portezuelo del Viento en los términos arbitrarios que planteaba Mendoza se desarrolló tanto en terreno judicial como político.
Desde un principio, y con el antecedente del ecocidio causado por Mendoza por el corte del río Atuel, La Pampa planteó desde múltiples aspectos técnicos, ambientales y humanitarios las objeciones al proyecto.
Esta fue una postura de administraciones provinciales anteriores, principalmente durante la gestión de Carlos Verna.
Mendoza se había negado terminantemente a un estudio integral de la cuenca del río Colorado para establecer el impacto ambiental que acarrearía Portezuelo. Para la provincia cuyana, alcanzaban con estudios que ya se hicieron, pero que La Pampa tachaba de incompletos y con gruesos errores.
Por eso La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, en el ámbito del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), habían aprobado el 26 de junio de 2020 avanzar con un nuevo estudio de impacto. En ese marco, Mendoza pidió un laudo presidencial .
El gobernador cuyano Rodolfo Suárez ya había adelantado que, si el presidente laudaba a favor de La Pampa, se caía directamente Portezuelo.
La obra se pretendía construir sobre el río Grande, principal tributario del Colorado. Iba a alcanzar los 185 metros de altura, lo que la llevaría a ser una de las más grandes del planeta.
Asimismo, una vez finalizada la construcción, iba a aumentar la superficie de riego para producción agrícola y ganadera, y crearía un nuevo polo turístico.
La Pampa y las otras tres provincias de la cuenca se resistían a esta obra porque, descontaban, afectaría el caudal y la calidad de agua del río Colorado. Además, repetían, con los actuales registros hídricos nunca podrían llenar la represa.