El considerado “capo de los capos” de Costa Nostra, la mafia de Sicilia (sur de Italia), y el criminal más buscado del país huido de la justicia desde hace 30 años, Matteo Messina Denaro, fue arrestado este lunes por los Carabineros, según los medios italianos.
La detención se produjo en una clínica sanitaria privada en Palermo, la capital siciliana, a donde acudió para recibir tratamiento médico. Messina Denaro fue trasladado por la policía a un lugar secreto inmediatamente después de la detención, informó la televisión estatal italiana.
La captura del mafioso, con varias condenas perpetuas por los atentados de Cosa Nostra de 1993 y numerosos homicidios, llega tras la intensificación de las investigaciones llevadas a cabo por los fiscales de Palermo Maurizio de Lucia y el adjunto Paolo Guido, añaden los medios.
Nacido en Castelvetrano, en la provincia siciliana de Trápani, Messina Denaro, que hoy tiene 60 años, debe cumplir varias cadenas perpetuas por los atentados de 1993 en Florencia, Roma y Milán en los que murieron diez personas.
También se le considera el cerebro de las bombas que provocaron la muerte de los dos magistrados antimafia en 1992 Paolo Borsellino y Giovani Falcone, la esposa de éste, Francesca Morvillo, y ocho agentes de la escolta.
En una última sentencia se reconoce el papel de Messina Denaro en la llamada estrategia de los atentados de Cosa Nostra para presionar al Estado en los años 90 y prueba su participación tanto en los de 1992, reivindicados por “Totó” Riina, como en las bombas de 1993, encargadas por otro jefe mafioso, Bernardo Provenzano.
Fue justo después de estos atentados cuando Messina Denaro, nacido en Castelvetrano (Trapani), desapareció y, tras la detención de Riina y Provenzano, se consideró que seguía moviendo los hilos de Cosa Nostra desde un paradero desconocido.
A pesar de ser el hombre más buscado de Italia, esto no le impidió viajar a Barcelona (España) para operarse de la vista, como han demostrado en varias investigaciones.
La policía italiana declaró en septiembre de 2022 que, a pesar de su larga desaparición, seguía siendo capaz de dar órdenes relacionadas con el modo en que se dirige la mafia en los alrededores de la ciudad de Trapani, al oeste de Sicilia, su bastión en la región.
Su detención ha suscitado numerosas reacciones por parte de la clase política italiana, entre ellas de la primera ministra Giorgia Meloni. “Una gran victoria del Estado, que demuestra que no hay que rendirse ante la mafia”. escribió.