El reconocido actor estadounidense Bruce Willis fue diagnosticado con demencia frontotemporal, informó hoy la familia del taquillero intérprete, luego de que en marzo último se anunciara su retiro cuando se supo que el héroe de “Duro de matar” padecía afasia, un trastorno cognitivo que compromete la capacidad de producir y comprender lenguaje.
A través de un comunicado publicado en web de la Association for Frontotemporal Degeneration, que trabaja con pacientes que tienen esa condición, se conoció la novedad sobre el avance de la enfermedad, que comenzó luego de que el año pasado su diagnóstico implicara la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones, lo que implica una pérdida adquirida en el lenguaje oral.
“Desde que anunciamos el diagnóstico de Bruce en 2022, su condición ha avanzado y ahora tenemos un diagnóstico más específico: demencia frontotemporal. Desafortunadamente, los desafíos en el área de la comunicación son solo un síntoma de la enfermedad que enfrenta. A pesar de que esto es doloroso, es un alivio tener un diagnóstico claro, finalmente”, indicó el comunicado, replicado en un posteo en la cuenta de Instagram de Rumer Willis, hija mayor del actor y de Demi Moore.
Figura central del cine de acción de los noventa y de la telecomedia de fines de los ochenta, Willis, de 67 años y con cinco décadas de trayectoria en cine y televisión, se destacó con la serie de películas de “Duro de matar” (1988-2013), cuya primera entrega lo llevó al estrellato internacional.
El primer protagónico en cine para Willis llegó de la mano del éxito de la telecomedia “Luz de luna”, que salió al aire desde 1985 hasta 1989, por la que se hizo un nombre en la televisión y el mundo del espectáculo y por la que obtuvo un Globo de Oro y un premio Emmy por su rol protagónico.
La exitosa comedia lo reunió con Cybill Shepherd, su coprotagonista e interés romántico en la historia, en la que ambos manejaban una agencia de detectives privados y donde se cruzaban la comedia, el drama, el romance y el misterio.
La serie fue considerada como una de las primeras producciones exitosas e influyentes en cuanto a la intersección entre comedia y drama, luego denominada “dramedy” y convertida en un subgénero.
Casualmente, el trabajo de detective privado había sido abarcado por Willis previo a lanzarse a su carrera actoral, tras su rol como guardia de seguridad en la planta de energía nuclear Salem, en Nueva Jersey.
El debut en cine de Willis se dio en 1982 con “Será justicia”, del reconocido cineasta del Nuevo Hollywood Sidney Lumet, y otro de sus primeros roles estelares fue en la comedia romántica “Cita a ciegas” (1987), dirigida por Blake Edwards y protagonizada también por Kim Basinger, que fue un éxito de taquilla.
El hito de “Duro de matar”, dirigida por John McTiernan, llevó a Willis a lo más alto, ya que la película es considerada uno de los mejores filmes de acción de todos los tiempos, además de una de las mejores cintas con temática navideña.
El filme revitalizó el género de acción, en gran medida porque la representación de John McClane resultaba vulnerable y falible, contrastando con los héroes musculosos e invencibles que solía frecuentar el género en esa época.
El éxito generó cuatro secuelas, que con cada nueva entrega superó en recaudación a la anterior pero no alcanzó el mismo auge en la crítica que generó la primera cinta, con videojuegos, historietas y más productos agregados.
Después de “Duro de matar”, Willis colaboró con Brian De Palma en 1990 en “La hoguera de las vanidades”, basada en el libro homónimo escrito por el estadounidense Tom Wolfe; “La muerte le sienta bien” de Robert Zemeckis en 1992, donde interpretó el papel de un cirujano plástico.
En 1994 consiguió un papel en “Tiempos violentos”, de Quentin Tarantino, ganadora de la Palma de Oro de Cannes, rol con el que dio un nuevo estímulo a su trayectoria como actor al interpretar el papel de Butch Coolidge.
Willis también estuvo en filmes de ciencia ficción como “Doce monos” (1995) de Terry Gilliam, y “El quinto elemento” (1997), donde encarna a un convicto que vive en un futuro post-apocalíptico siniestro.
En 1998 el actor estuvo en la película más taquillera del año, “Armageddon”, dirigida por Michael Bay, y un año después protagonizó la cinta de Manoj Night Shyamalan “Sexto sentido”, donde interpretó el rol del psicólogo infantil Malcolm Crowe, cinta que supo reunir el suceso taquillero con el favor de la crítica.