El río Colorado está otra vez en peligro por una acción de Mendoza. La vecina provincia pretende iniciar la exploración no convencional en la formación Vaca Muerta del lado mendocino para extraer petróleo. Para eso utilizará el mecanismo del fracking o fractura hidráulica para lo cual tomará miles de litros de agua dulce del Colorado.
El gobernador de Mendoza Rodolfo Suárez (Juntos por el Cambio) estará hoy en Malargüe en el límite con Neuquén, para ver la primera prueba piloto de exploración no convencional realizada por YPF.
Los equipos de perforación llegaron a la zona donde se ejecutará el proyecto para que comiencen a ejecutar los pozos a más de 2 mil metros de profundidad y en algunos meses entrarán los equipos de fractura hidráulica para perforar la roca madre, extraer petróleo y evaluar el potencial de las áreas, según informó el diario MDZ.
Para la estimulación hidráulica se usará agua dulce del río Colorado, que es interprovincial y que abastece de agua potable y para riego a las provincias condóminas, entre ellas La Pampa.
Según el gobierno mendocino, la petrolera YPF ya tiene autorización del Departamento General de Irrigación de Mendoza para ese uso. Desde el organismo explicaron que para ejecutar ese permiso antes deben cumplir todas las exigencias impuestas.
Irrigación otorgó mediante Resolución N°1122/22 el permiso para la extracción de agua de cincuenta mil metros cúbicos del río Colorado en el departamento de Malargüe. El agua requerida para la estimulación hidráulica (fractura) se almacenará en un tanque de reserva y se rebombeará a través de cañerías. En total se había previsto un consumo de 25.500m3 de agua en cada pozo, aunque luego se determinó que podría ser un poco superior.
La clave es el agua de retorno, que tiene impacto por hidrocarburos. «El agua de retorno (flowback), será almacenada, de manera transitoria, en la locación, en receptáculos metálicos (piletas) de 60 m3 de capacidad, debidamente impermeabilizada. Estos receptáculos (piletas) contarán con descarga– conexión para camión de evacuación de fluidos con acople rápido. Desde aquí, el agua será trasladada, en camiones cisterna», resume el informe.
En total se prevé emplear a unas 67 personas por pozo, más la mano de obra indirecta y el movimiento que genera. En ese caso comienzan a aflorar los problemas que arrastra Mendoza por la caída en la actividad petrolera de los últimos años, pues gran parte de la logística se hará desde Rincón de los Sauces, en Neuquén.
El plan de exploración, detalla el proyecto, incluye una inversión total de 17 millones de dólares. Los pozos a explorar son Paso Bardas Norte y Agua Negra. Son pozos horizontales, en los que primero se perfora a más de 2.500 metros de profundidad, y luego se avanza de manera horizontal otros 1000 metros.
Según los cálculos, hacia el último trimestre del año podría comenzar a producir petróleo y, así, evaluar el potencial.
Del resultado del análisis de la producción y los costos dependerá la viabilidad del proyecto de explotación y el potencial de desarrollo real del petróleo no convencional en Mendoza.