Si bien en los últimos tiempos se transparentaron definitivamente los sorteos, incluso ahora se realizan mediante la Lotería de San Luis con transmisión en directo de la TVPP, algunos aspectos de las adjudicaciones de viviendas sociales siguen promoviendo ciertas quejas. Reclaman controles y que las unidades habitacionales estén ocupadas por sus beneficiarios.
Nilda Lucero, una vecina de General Acha, planteó públicamente que en su localidad “no se controla” a quienes les entregan una casa y tampoco “hacen un seguimiento” de las personas que las habitan, en un mensaje dirigido al Instituto Autárquico de la Vivienda (IPAV).
En un escrito enviado a Diario Textual, la mujer reveló que hace un tiempo denunció la situación ante las autoridades del IPAV, inclusive mostró cartas ingresadas al organismo provincial manifestando algunas situaciones. “Les toca una casa y no la habita el titular. Hay casos en los que se quedan los hijos mayores, que pueden trabajar y pagar un alquiler, o alguien cercano a ellos para que se las cuide, porque están en falta”, aseveró. “Otros, en cambio, están lejos de Acha desde hace años y me pregunto el domicilio dónde les figura”, acotó, sobre otro presunto caso irregular.
Lamentó que se “vayan entregando viviendas” y que posteriormente no se instrumente un “seguimiento de control” con profesionales aptos. “Si me preguntan si hay denuncia, por supuesto, mi hija y nuera las han presentado. Se tiene que terminar ese manoseo”, indicó.
Las supuestas irregularidades, siempre de acuerdo a Lucero, se centrarían en viviendas del Plan Federal, entregado hace unos 15 años, en otro complejo más antiguo, en este caso perteneciente al Plan 3.000, que no “han sido totalmente abonadas”. “Hay una vivienda puntual entregada a una mujer que nunca la habitó”, denunció y añadió: “La adjudicataria vive en Macachín, donde trabaja junto a su marido”.
Planteó que quien solicitó una solución habitacional debería habitarla, por lo menos hasta que esté totalmente cancelada y escriturada. “Sabemos que hay muchas madres deseando con el alma su nuevo hogar para poder criar a sus hijos con bienestar, como lo es el sueño de mi hija, mi nuera u otros”, puntualizó. “Falta contundencia en el accionar y el control desde la Provincia para gestionar el sueño de la casa propia”, finalizó.
