Nahuel, un joven kiosquero de Santa Rosa, tuvo un gesto digno de destacar: decidió junto a su mujer colocar una caja de cartón afuera del local y dejar allí todos los días el pan que le sobra para que se lo lleve aquel que lo necesita. “Antes de tirarlo pensamos con mi señora en los que no pueden comprarlo y decidimos ofrecerlo de esta manera”, dijo a Diario Textual.
El kiosco de Nahuel está ubicado sobre la avenida Luro, entre Padre Buodo y Mariano Rosas. Es el sustento de su familia, integrada por su mujer y dos hijas. Abre todos los días a la mañana temprano y cierra por la noche.
Quienes concurren asiduamente al kiosco observaron en los últimos días una caja de cartón colgada de las rejas con una leyenda: “Llevalo, es gratis”. Y adentro de la caja bolsas de nylon con pan, que se ofrece a quienes lo necesiten.
“Fue una idea de mi mujer y decidimos ofrecer el pan o una torta que sobraba. Antes de tirarlo pensamos en los que no pueden comprarlo y encontramos esta forma de entregarlo”, contó Nahuel a Diario Textual.
“Creemos que lo llevan quienes lo necesitan y tienen hambre. No miramos quién agarra el pan, simplemente lo ponemos allí en bolsitas”, dijo.
No solo dejan pan. También ofrecen tortas y budines que a veces no se venden y están en buenas condiciones para que alguien lo aproveche.
“Nos gratifica hacer esto. No nos sobra nada, pero lo poco que podemos dar, lo damos para ayudar a la gente necesitada”, agregó.
