El papa Francisco pidió el fin de las guerras a nivel mundial y un compromiso “urgente” por el ambiente, al tiempo que advirtió por la “amenaza seria” de la corrupción en el primer día de actividades de la visita que inició el viernes en Mongolia, en la que instó al clero del país que sea solidario “con todos los pobres y necesitados”.
“Quiera el cielo que, sobre la tierra, devastada por tantos conflictos, se recreen también hoy, en el respeto de las leyes internacionales, las condiciones de aquello que en un tiempo fue la paz mongola, es decir, la ausencia de conflictos”, planteó hoy el pontífice al hablar ante las autoridades políticas y sociales de Mongolia en el Palacio de Gobierno del país ubicado en el corazón de Asia, entre China y Rusia.
“Así como dice su proverbio: las nubes pasan, el cielo permanece, que así pasen las nubes oscuras de la guerra”, deseó al hablar ante unos 700 invitados y luego de reunirse media hora con el presidente Ukhnaagiin Khürelsükh.
En su discurso, Francisco alentó además “que se disipen por la firme voluntad de una fraternidad universal en la que las tensiones se resuelvan sobre la base del encuentro y del diálogo, y que a todos se les garanticen los derechos fundamentales”.
“Aquí, en su país, rico de historia y de cielo, imploremos este don de lo alto y pongámonos manos a la obra para construir juntos un futuro de paz”, convocó. Desde la capital Ulán Bator, considerada una de las ciudades más contaminadas del mundo en un país que tiene una larga tradición minera, el papa se enfocó también en pedir un compromiso “urgente” a nivel mundial por el ambiente.