El Premio Nobel de Física 2023 fue otorgado este martes al francés Pierre Agostini, el austro-húngaro Ferenc Krausz y la sueco-francesa Anne L’Huillier “por los métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia”.
“Los galardonados han sido reconocidos por sus experimentos, que han proporcionado a la humanidad nuevas herramientas para explorar el mundo de los electrones en el interior de átomos y moléculas”, explicó la Academia de Ciencias sueca.
Según el Comité, Agostini, Krausz y L’Huillier “han demostrado una forma de crear pulsos de luz extremadamente cortos que pueden utilizarse para medir los rápidos procesos en los que los electrones se mueven o cambian de energía”. Además, señalaron que las contribuciones de los galardonados “han permitido investigar procesos tan rápidos que antes eran imposibles de seguir”.
Los trabajos de L’Huillier se remontan a 1987, cuando descubrió que surgían muchos sobretonos de luz diferentes cuando transmitía luz láser infrarroja a través de un gas noble. “Cada sobretono es una onda luminosa con un número determinado de ciclos por cada ciclo de la luz láser. Se deben a la interacción de la luz láser con los átomos del gas, que proporciona a algunos electrones una energía extra que se emite en forma de luz. Anne L’Huillier ha seguido explorando este fenómeno, sentando las bases para posteriores avances”, explicó la Academia.
Por su parte, en 2001, Agostini consiguió producir e investigar una serie de pulsos de luz consecutivos, en los que cada pulso duraba sólo 250 attosegundos. En simultáneo, Krausz trabajaba con otro tipo de experimento, uno que permitía aislar un único pulso de luz que duraba 650 attosegundos.
En las 116 ediciones del Nobel en las que se ha otorgado el premio de Física, que estuvo desierto en seis ocasiones, habían sido distinguidas 221 personas, una de ellas, el estadounidense John Bardeen, galardonado dos veces (1956 y 1972).
L’Huillier fue una de las galardonadas el año pasado con el prestigioso Premio Wolf, cuyos galardonados a veces ganan el Nobel.
Solo cuatro mujeres habían obtenido este premio, la última, la estadounidense Andrea Ghez en 2020, por sus hallazgos sobre los agujeros negros.