Este domingo, en el balotaje que mantiene en vilo al país, se define si el “modelo peronista pampeano” va a seguir en pie o si entrará en pausa. El futuro está atado a si se elige entre Sergio Massa y Javier Milei. Será “resistir” o “seguir creciendo”, según palabras del propio gobernador Sergio Ziliotto.
En las elecciones del 22 de octubre el gobernador se puso al frente de la campaña y logró dar vuelta los malísimos resultados de las PASO en la provincia. Massa venció con el 34,7% de los votos, contra el 33,5% del postulante libertario. Por poco más de un punto, pero Ziliotto cumplió en darle una victoria al ministro candidato.
Para la segunda vuelta, Ziliotto volvió a ponerse a frente de la campaña. Massa hizo un reconocimiento explícito al gobernador: firmó un convenio por la devolución de casi 22 mil millones de pesos de coparticipación a La Pampa y lanzó la campaña del balotaje desde Santa Rosa, en un Club Estudiantes repleto.
Desde Casa de Gobierno hubo un operativo seducción hacia los intendentes de Juntos por el Cambio. Finalmente, más que seducidos, a los jefes comunales les ganó el espanto: la mayoría de los radicales, ante la promesa de recortes de fondos que inevitablemente complicará a sus pueblos, salieron a bancar a Massa. Lo mismo hicieron otros sectores de la UCR, a excepción de los integrantes de la conducción provincial que prefirieron la “neutralidad”.
Enfrente, Milei, el que promete motosierra y exponente máximo de la rabia de la sociedad que está atravesada por una situación económica asfixiante, nunca pisó La Pampa.
Otra vez, La Libertad Avanza transitó esta campaña prácticamente sin estructura en la provincia. De todas maneras, se sumaron desde el PRO, con parte de la logística para la fiscalización. En tanto, también en forma inorgánica, se anotaron militantes radicales, entre otros partidos.
Los libertarios, más los aliados del PRO, esperan que el voto bronca, el antiperonismo y la necesidad de un cambio los lleve directo a Casa Rosada.
