La violencia de bandas delictivas contra la población civil de Rosario, plasmada en el crimen de dos taxistas, un colectivero y el joven playero de una estación de servicio, derivó en la paralización de taxis y colectivos, la recolección de residuos y las clases en la ciudad, además del cierre de estaciones de servicio.
En las últimas horas, el gremio docente Amsafé confirmó el “cese total de actividades” para este lunes ante lo que definió como “terrorismo urbano” y “la escalada de violencia criminal”.
Al anunciar el paro en escuelas públicas, los docentes también criticaron “las acciones provocativas y violentas del gobierno provincial que no han hecho más que agravar la situación”.
Además, advierten que “desde hace años se vienen ensayando medidas represivas y sucesivos despliegues de tropas federales que no han dado ninguna respuesta y han fracasado ostensiblemente”.
Luego de confirmarse la muerte de un chofer baleado, también se confirmó este lunes continuará la paralización de colectivos y taxis, estos últimos, hasta la 6 de la mañana en principio, también por el cierre masivo de estaciones de servicios en medio de la ola de violencia.
En la última semana, la guerra narco se cobró la vida de cuatro inocentes, en lo que la mayoría cree ver un mensaje con un único destinatario: el gobernador Maximiliano Pullaro.
El martes último a la noche mataron a Héctor Raúl Figueroa (42) cuando manejaba un taxi y llevaba a un pasajero en el asiento delantero del auto. Los balearon desde afuera del vehículo.
Un día después, también en horas de la noche, Diego Alejandro Celentano (32) murió al recibir cinco tiros disparados por el pasajero que transportaba por el barrio Saladillo, en la parte sur de la ciudad.
El jueves, Marcos Iván Daloia, de 38 años y chofer de la línea K de trolebuses de la ciudad, fue atacado a sangre fría: una persona simuló parar el trolebús que manejaba para tomarlo, pero cuando el chófer abrió la puerta le disparó a la cabeza. Tras varios días peleando por sobrevivir, Daloia falleció este domingo en el hospital Heca.
Daloia se convirtió el domingo en la cuarta víctima de esta semana sangrienta en Rosario. El sábado por la noche Bruno Nicolás Bussanich, de 25 años, fue asesinado de al menos tres disparos cuando cumplía horario de trabajo en una estación de servicio en la zona oeste de la ciudad.
La seguidilla de crímenes contra inocentes civiles se produjo luego de que a comienzos de semana se conoció que hubo dos requisas sorpresivas en la Unidad Penitenciaria Nº 11 -conocida como Penal de Piñero- a reclusos que pertenecen a la banda narco de Fran Riquelme.
El propio gobierno provincial divulgó las imágenes de esas requisas, que por su estilo rememoran a las que volvieron famoso en todo el mundo al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien encabeza una guerra sin cuartel contra las violentas maras.