Las entidades rurales de La Pampa chocaron esta semana por su visión frente al Gobierno del presidente Javier Milei. Mientras las sociedades rurales que integran la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se alinearon una vez más en apoyo al mandatario y sus ideas liberales a ultranza con el achicamiento estatal, la Federación Agraria Argentina hizo un encuentro y una dirigente nacional habló de sus diferencias con las políticas económicas y el papel de regulador que debe tener el Estado.
El encuentro de los productores federados fue en General Pico y estuvo presente la secretaria gremial de FAA, Andrea Sarneri. La dirigente habló sobre la apertura de las importaciones de alimentos y advirtió que la medida pone en serio riesgo a diversos sectores productivos del país. “Puede implicar -dijo Sarneri- la vida o la muerte de muchos de nosotros”.
“La importancia de alimentos nos obliga a competir con productos que vienen elaborados por productores de países centrales con producciones subsidiadas y, nosotros, lejos de estar subsidiados, competimos con altísimos costos y con una gran presión impositiva. Estamos en desventaja con cualquier productor de otro país en desarrollo, partiendo de la base que esos países desarrollados son sumamente proteccionistas”, dijo Sarneri.
“Nosotros dijimos desde hace muchísimo tiempo que la intervención virtuosa del Estado debe existir, porque estructuralmente no somos todos iguales, y el productor chico frente al grande siempre va a estar en desventaja. Si el Estado no pone el equilibrio, con algunas herramientas fiscales, impositivas o de ayuda económica, para equiparar esa competencia, el pez grande se come al chico”, expresó. Una postura totalmente diferente a la planteada por las sociedades rurales.
“Yo creo que este Gobierno está convencido de que el mercado lo regula todo y, en ese mercado que lo regula todo, nosotros desaparecemos”, afirmó.
