Desde este miércoles a primera hora cargar combustible es un 4% más caro, ya que las empresas refinadoras –YPF, Shell, Axion y Puma Energy– aplicaron una suba en los valores del surtidor para recomponer rentabilidad debido a la devaluación mensual de 2% que aplica el Banco Central (BCRA) y al aumento del barril de petróleo. Como las empresas energéticas tienen contratos dolarizados, la suba del tipo de cambio impacta directo en sus estructuras de costos.
El aumento de los precios podría haber sido mayor al 10%, si el Gobierno no posponía la actualización del Impuesto a los Combustibles, como comunicó anoche. De esta forma, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscó moderar el impacto del alza.
Según un relevamiento de Diario Textual, en las YPF de La Pampa -la empresa de referencia de combustibles- desde este miércoles 1° de mayo, la Nafta Super pasó a costar $777 (estaba en $747); la Nafta Infinia, $985 ($947); el Diésel 500, $1007 ($968); y el gasoil Infinia Diésel,$1230 ($1183).
El Gobierno definió diferir la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024. De esta manera, buscaba que no hubiera incremento alguno, por esos conceptos, en mayo.
Desde Casa Rosada, el objetivo es claro: que el índice de inflación continúe en descenso. “El Poder Ejecutivo Nacional publicará un Decreto en el Boletín Oficial, a través del cual se diferirá la fecha en la que tendrá efecto la actualización correspondiente al Impuesto a los Combustibles. La medida implica que no habrá incremento alguno por dicho concepto en el mes de mayo”, indicaba el reciente comunicado del Ministerio de Economía.