Durante los alegatos del juicio por el femicidio de la joven pampeana Agustina Fernández ocurrido en Cipolletti, Río Negro, hablaron sus papás. “A usted señor Parra, Agustina dice ‘no, es no’“, le dijo Silvana Capello mirando fijamente al único acusado, Pablo Parra.
Luego, tomó la palabra Mariano, padre de Agustina. “A ustedes no se los convenció, se les demostró“, les dijo al jurado popular y les agradeció por estar presentes.
“No los quiero conmover, ni quebrar yo“, expresó. “Está en sus manos que un asesino no esté en la calle, en la calle de ustedes“.
El femicidio de la estudiante de medicina de 19 años se produjo el 2 de julio de 2022. Por el hecho, Parra llegó al juicio acusado de homicidio triplemente agravado por femicidio, alevosía y también porque había mantenido una relación con la víctima.
Según la teoría de la Fiscalía, el 2 de julio Pablo Parra ingresó por la parte trasera de su vivienda por una escalera que dejó en el patio. También había dejado la puerta trasera abierta. Luego ingresó a la casa y atacó a Agustina a golpes hasta dejarla inconsciente. Las lesiones le provocaron un traumatismo craneoencefálico.
De acuerdo a los fiscales, Parra mató a Agustina porque estaba obsesionado con ella y no aceptaba el rechazo a una relación. La atacó a traición y luego intentó “disfrazar“ el crimen para hacerlo pasar como robo.
Finalmente, luego de los alegatos, este miércoles por la tarde el jurado popular se inclinó por la culpabilidad al evaluar las pruebas presentadas por las partes y debatir el veredicto a puertas cerradas.
El vecino de Agustina Fernández, ese trabajador petrolero que se obsesionó con ella y que no soportó que no lo eligiera como pareja, pasará sus días tras las rejas, luego de que se defina el monto de la pena y la sentencia quede firme. Un jurado popular lo halló culpable del ataque que le causó la muerte a la joven estudiante.