El ministro de Gobierno de La Pampa, Pascual Fernández, salió a cuestionar el masivo cierre de oficinas del Correo Argentino en La Pampa. “El ajuste solo sirvió para convertir al Estado en un Estado idiota. No para mejorarlo, sino para convertirlo en lo más ineficiente que se ha visto”, dijo a Diario Textual.
En medio del fortísimo ajuste del Gobierno nacional, este medio pudo confirmar un masivo cierre de oficinas del Correo Argentino en La Pampa: empleados y empleadas adelantaron que, además de los 8 despidos de hace unas semanas, ya han aceptado el retiro voluntario otras 20 personas y sostuvieron que en las últimas horas comunicaron el cierre de las oficinas de los pueblos de Telén, Bernasconi, Rolón, Miguel Riglos, Alpachiri y Winifreda. Se suman a otras diseminadas en pueblos de casi toda La Pampa, como Embajador Martini, Bernardo Larroudé, Rancul (al menos cerró sus puertas por el momento) e Hilario Lagos.
“Están cerrando todas las sucursales del Correo Argentino en las distintas localidades de La Pampa. Los empleados quedaron de un día para el otro sin sustento para sus familias después de años de trabajo. A este gobierno de derecha los pueblos del interior no le importa, no le importa dejar gente sin empleo, dejar a la población sin comunicación. Estamos ante un Estado idiota que no hace otra cosa que destruir y complicarle la vida a la gente”, sostuvo el también intendente, con licencia, de Uriburu.
“La falta de previsibilidad y de gestión llevó a que el país se quedaran sin GNC, no puede usarlo el transporte ni la industria. Por no hacer las inversiones necesarias se tuvo que importar gas y costándole diez veces más caro al país, o sea a la gente. No se reparten los alimentos cuando hay gente que los necesita, no se reparten los medicamentos oncológicos con todo lo que eso significa para los que los necesitan”, dijo.
“Las consecuencias, ya nos cansamos de decirlas, van a ser nefastas. No puede salir nada bueno de lo malo”, finalizó.
Como ayer adelantó este portal, la intención de las autoridades nacionales es seguir avanzando con los retiros voluntarios y dejar pocas oficinas en toda la provincia.
Hay incertidumbre y angustia: unos 20 empleados y empleadas aceptaron el retiro voluntario (con un 30% mayor de indemnización al que correspondería por despido). En ese marco, el pueblo donde se retira el o la empleada, directamente se queda sin oficina. Es lo que ha pasado, por ejemplo, en Winifreda, Doblas y Riglos.
En Santa Rosa, además, han renunciado la mayoría de los jefes de las secciones del correo.
En ciertos pueblos, como Anguil y Lonquimay, ahora la atención se da en determinados días: por ejemplo, el empleado de Anguil debe trabajar algunos días en Santa Rosa.
Ayer, un trabajador de Correo Argentino que aceptó el retiro voluntario describió el panorama asolador para los empleados de esta oficina nacional que viven en localidades más pequeñas. “Te ofrecen el retiro voluntario y, si no aceptás, avanzan con el cierre de la sucursal con el telegrama de despido”, afirmó.
En diálogo con Diario Textual, el empleado, que pidió reserva de su identidad, aseguró que lo contactaron del área de Recursos Humanos de Correo Argentino y le ofrecieron el retiro voluntario, en la que la propuesta es un 30 por ciento más de lo que le corresponden por indemnización. “Es muy difícil y es en todo el país. No te amenazaban pero te daban a entender que era eso o cerraban la sucursal igual y te mandaban el telegrama de despido. Acepté el retiro voluntario porque ya sabía lo que se venía por lo que le pasó a otros compañeros”, dijo.