El Gobierno oficializó en abril la compra de 24 aviones F16 para reforzar el sistema de defensa del Ejército argentino. Luego de completar esa adquisición, puso en marcha una nueva etapa del plan para conseguir más equipamiento militar.
En este marco, el Ejecutivo apunta ahora a la fuerza naval y tiene en mente adquirir uno o dos submarinos de segunda mano y de fabricación extranjera.
La información fue confirmada en el último informe de la Jefatura de Gabinete, en la que el ahora exministro Nicolás Posse dio detalles sobre la postura y los planes oficiales en cuanto a la recuperación del arma submarina de la República Argentina.
“Por otro lado, para la Armada de la República Argentina se evalúan varias ofertas para la construcción de 3 submarinos clase SCORPENE o clase 209 y osibilidad de adquirir un submarino de transición. El plazo para la incorporación de estos sistemas es parte integral de las conversaciones que se llevan a cabo”, señala el informe citado por el sitio Zona Militar.
Ante lo extenso de los plazos para construir los tres submarinos en suelo argentino, el Ministerio de Defensa se inclinaría por comprar uno o dos naves dadas de baja por ejércitos extranjeros, entre los que suenan con más fuerza los submarinos clase Ula de la Real Armada de Noruega, cuya posible adquisición ya había sido mencionada años atrás, durante la gestión de Agustín Rossi en Defensa.
Alemanes
Los submarinos Clase Ula son de manufactura alemana y son usados por la Real Armada de Noruega, que en la actualidad tiene seis navíos en servicio.
Estos buques se caracterizan por ser de los más silenciosos y maniobrables del mundo. Además, su pequeño tamaño los hace ideales para operaciones en áreas costeras y sus capacidades de sigilo permiten que sean detectados con más dificultad.
Estas características los posicionan como uno de los submarinos más efectivos en cuanto a su relación costo/operatividad/armamento.
Los submarinos Clase Ula tienen un desplazamiento de 1040 toneladas (1050 en inmersión) y cuentan con dos propulsores diésel más un propulsor eléctrico. Pueden alcanzar una velocidad de 50 kilómetros por hora (70 en inmersión) y una profundidad de 250 metros.
En cuestiones de tamaño, tienen una eslora de 59 metros, una manga de 5,4 metros y un puntal de 4,6.
En términos de armamento, están equipados con ocho tubos para 14 torpedos del modelo Atlas Elektronik DM2A3 y de calibre 533 milímetros, 0 16 minas antisubmarinos.
Además, estos navíos fabricados en Alemania entre 1987 y 1992 cuentan con una autonomía de 9260 kilómetros a ocho nudos y tienen capacidad para llevar 21 tripulantes.
Cuándo llegarían
En caso de que el Gobierno se incline por comprar los buques de Noruega, los planes de entrega serían a largo plazo.
Es que el país escandinavo aceptaría entregar los navíos una vez que reciba otros modelos nuevos, de Tipo 212CD y construidos por la compañía TKMS, previstos para reemplazar a los Ula.
Estos nuevos submarinos adquiridos por Noruega comenzaron a construirse en 2023 y está pactado que la primera unidad sea entregada en 2029, año en el que recién se liberaría para la venta uno de los Ula en los que está interesado Argentina.