El presidente Javier Milei, luego de la firma del Pacto de Mayo en la madrugada, participó junto a su gabinete del tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires por el Día de la Independencia. El acto fue encabezado por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien volvió a expresar fuertes críticas al gobierno de Milei. “Si los congresales de Tucumán en 1816 insistían en sus diferencias sobre el modelo para la organización nacional o sus distintas concepciones ideológicas, sin buscar consensos, todavía hoy estarían discutiendo. Aunque no se si con los gritos, descalificaciones, expresiones vulgares y agresiones a las que nosotros tristemente estamos acostumbrados”, sostuvo.
La ceremonia comenzó a las 9 y estuvo presente la vicepresidenta, Victoria Villarruel, parte del gabinete de Milei y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. El mandatario aterrizó en Buenos Aires luego de la firma del Acta de Mayo en Tucumán con 18 gobernadores y el expresidente Mauricio Macri.
Durante su discurso, el arzobispo de Buenos Aires salió a cuestionar a Milei, frente a frente. “Vivamos la libertad de la mano del prójimo independizado de todo prejuicio del otro por pensar distinto, independizado del odio que nos enferma y carcoma desde las entrañas, independizados de la corrupción del ventajismo de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos”, dijo.
“Porque algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”, apuntó Cuerva. El discurso del arzobispo se dio en medio del reclamo de la Iglesia por los comedores populares, luego de la polémica por los alimentos almacenados en depósitos del ministerio de Capital Humano. Tres semanas atrás el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, advirtió sobre situaciones de “confusión y de violencia” y pidió “no tirar la comida, porque falta en muchos hogares”.
Al final de su discurso, el arzobispo contó la historia de que la Casa de Tucumán fue empleada en sus paredes para que pudieran entrar la mayor cantidad de argentinos que querían una nueva Nación. Utilizó ese recuerdo para hacer un pedido a Milei. “Aquella casa histórica es modelo para la Nación de hoy. Que entren todos que nadie quede afuera, que no haya excluido, que sea grande la torta que todos se sientan en la mesa de la dignidad, que todos tengan un trabajo digno”, dijo.
“Señor Jesús, muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, un esfuerzo que conmueve, un esfuerzo esperanzador. No permitas que lo cascoteemos con intereses mezquinos, con la voracidad del poder por el poder mismo, con conductas reprochables que sólo demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie. No hipotequemos el futuro”, dijo García Cuerva durante la celebración religiosa.
“Demasiadas cosas ya hicimos mal en el pasado del que nadie se hace cargo, aunque el resultado es que en Argentina seis de cada diez chicos son pobres; niños con hambre revolviendo basura, chicos no escolarizados, o con una instrucción demasiado básica, no pudiendo leer de corrido o interpretar un texto”, sostuvo.
García Cuerva volvió a dejar otra frase con fuerte contenido político. “Como aquellos hombres que cargaban la camilla y como los congresales de Tucumán que declararon la Independencia, queremos ser audaces, jugarnos la vida por los que sufren, comprometernos con los más pobres y excluidos, viviendo la libertad de la mano del amor al prójimo, independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto, independizados del odio que nos enferma y carcome desde las entrañas, independizados de la corrupción, del ventajismo, de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos, porque algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”, dijo.