El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el domingo que se retira de su batalla por la reelección con Donald Trump, en una decisión histórica que sumerge la ya turbulenta carrera por la Casa Blanca de 2024 en un territorio desconocido. “Creo que lo mejor para mi partido y el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, señaló el jefe de Estado en un comunicado.
Luego del comunicado, apoyó directamente la candidatura de su segunda, Kamala Harris: “Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas, es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo”.
El jefe de Estado había recibido fuertes cuestionamientos por su performance en el debate con el republicano Donald Trump del pasado 27 de junio.
Desde entonces, varios funcionarios demócratas y donadores de la campaña venían reclamando que el presidente desistiera de su candidatura. Sin embargo, hasta este domingo, el mandatario sostenía que sólo reconsideraría su candidatura presidencial si un diagnóstico médico grave ponía en riesgo su salud.
De esta manera, es la primera vez que un candidato se retira después de alcanzar la mayoría de los delegados en el proceso de primarias y a menos de un mes de que se celebre la Convención Demócrata, fijada para entre el 19 y 22 de agosto en Chicago. En el pasado, los presidentes Harry Truman (1952) y Lyndon B. Johnson (1968), ambos demócratas, habían decidido no presentarse a la reelección en marzo del año en que se celebraba la votación.
Con su retiro, Biden se convirtió en el mandatario que lo hace más tarde en el proceso electoral.
Ya oficializado el retiro de su candidatura, ahora el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) deberá celebrar una reunión de emergencia en la que su comité de normas y reglamento establecerá el proceso para efectuar el reemplazo.
Como Biden se retiró antes de la convención de agosto, el sustituto se decidirá allí. Por eso, se prevé que el presidente podría tener una gran capacidad de determinar su sustituto ya que controla en estos momentos 3.908 de los 3.939 delegados. Las leyes de cada estado deciden cómo deben elegir esos delegados y 14 de ellos fuerzan, inicialmente, a votar al candidato que ganó la primaria estatal.