La moneda, finalmente, cayó del lado de Río Negro. La disputa por la instalación de una mega planta de Gas Natural Licuado (GNL) impulsada por YPF y Petronas concluye con un resultado favorable para la provincia patagónica, que se hará con una inversión del orden de los u$s30.000 millones.
La oposición sostenida por el gobernador bonaerense Axel Kicillof a cualquier adhesión al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) terminó por inclinar la balanza hacia el distrito que comanda políticamente Alberto Weretilneck, quien aprobó el paraguas de beneficios impositivos ni bien supo que YPF había puesto en suspenso el proyecto. La intención inicial de la petrolera estatal era montar la planta junto al puerto de Bahía Blanca.
La decisión surge del seno de la misma empresa, aunque la directiva de YPF se tomará unos días antes de oficializar la decisión. La considerada “mayor inversión de la historia” ocurre luego de Kicillof insistiera con que promoverá un “RIGI bonaerense”, en lugar de adherir al esquema aprobado con la Ley de Bases.
La elección de Río Negro emerge, también, por incidencia de Arthur D. Little, la consultora estadounidense convocada para auditar la potencialidad de ambos distritos. Ahora, el proyecto se llevará a cabo en la localidad de Punta Colorada, frente al Golfo San Matías. Se estima que las primeras labores iniciarán en 2031.