Los intendentes del peronismo “no alineados” ya no disimulan su intención: pretenden disputarle la lapicera al Gobierno de Sergio Ziliotto y tener una lista propia de diputados en 2025. O al menos tener voz y voto en la mesa de negociaciones del PJ.
El grupo de los “no alineados” con Casa de Gobierno, como los denominó Diario Textual cuando reveló sus primeros encuentros en el mes de abril, está encabezado por Luciano di Nápoli (Santa Rosa, ex integrante de La Cámpora), Fernanda Alonso (General Pico, de la línea Plural) y Ariel Rojas (Toay, de la línea Compromiso Peronista). A estas reuniones -que, generalmente, luego incluyen asados- concurren también otra docena de jefes comunales.
Di Nápoli, Alonso y Rojas son de diferentes sectores internos del PJ, aunque comparten una hoja de ruta: se consideran la “nueva generación” del peronismo que, además de sostener la continuidad de PJ en sus respectivas ciudades, pretenden meterse en la pulseada por la confección de la lista de candidatos a las legislativas nacionales.
Tienen buena relación con el gobernador, pero muestran su propio juego de cara a 2025 y 2027. De hecho, no ocultan que pretenden ser quienes ocupen el sillón de Ziliotto -sin posibilidad de repetir- dentro de tres años.
En sus entornos dicen que Alonso, Di Nápoli y Rojas, hoy por hoy, no analizan ni remotamente dejar a mitad de camino sus respectivas intendencias para aventurarse al Congreso nacional, pero en la carrera podrían eventualmente anotar a otros intendentes.
Adriana García, de Winifreda, tiene asistencia perfecta a estos asados: precisamente es quien hace un par de años organizó y encabezó una serie de encuentros de jefas comunales que intentó tener injerencia -sin éxito- en la toma de decisiones de las candidaturas para las elecciones provinciales de 2023. En el PJ hay quienes creen que, en 2025, podría ser la oportunidad del regreso de García al Congreso nacional.
Una de las dudas es qué movimiento hará en las próximas legislativas el exgobernador Carlos Verna, líder de la Plural, la línea interna que además cobija a Ziliotto y a Alonso. Sus tres últimos (y únicos en 2024) posteos en X -ex Twitter- dejó algunas señales: alimentó las peleas en el peronismo -pareció deslizar críticas al acercamiento de Ziliotto con el bonaerense Axel Kicillof y atacó personalmente a Espartaco Marín-. En ese marco, a nadie sorprendería que dé libertad de acción y no ponga candidatos. Ya tomó ese camino en las campañas de las legislativas de 2021 -ordenó a su tropa no hacer campaña y luego se quejó de la derrota- y en las de 2023.