Este jueves, la Legislatura pampeana pudo finalmente salir de una virtual paralización y volvió a sesionar. En ese marco, tomó estado parlamentario la nueva urgencia de Casa de Gobierno: el proyecto de ley para ampliar el Presupuesto 2024 que quedó desactualizado por la inflación. Hay preocupación porque en dos meses se van a agotar las partidas previstas y los diputados opositores, cuando son consultados, no son claros: dicen que tienen que analizar si se trata de una “ley especial”, por lo que aún ronda la posibilidad de que no den quorum cuando se trate en el recinto la reformulación de los gastos.
Precisamente los bloques de la UCR y PRO-MID no dieron quorum en las últimas tres sesiones con el argumento de que el peronismo pretendía aprobar la ley del aporte solidario (que establecía, principalmente, una suba de impuestos a los bancos) por mayoría simple, cuando, a su criterio, requería una mayoría especial para ser aprobada (es decir, por ejemplo, 16 votos de 30 bancas).
En medio de esos tironeos, esta semana ya no se pudo pagar el llamado Refuerzo Alimentario Focalizado Extraordinario (Rafe) que está destinado para sacar de la indigencia a 10 mil familias. La consecuencia fue inmediata en los pueblos: como advirtió Diario Textual, fueron a golpear las puertas de los intendentes. Un escalofrío corrió por sus espaldas.
Ahora, con el proyecto de ampliación del presupuesto, se volvieron a encender las alarmas porque -a tres días de presentarse la iniciativa- todavía los opositores no explican cómo pretenden tratarlo. “Ya no tienen más excusas (para no dar quorum)”, les dijo el gobernador Sergio Ziliotto, al explicar que es una ley general. “Lo tenemos que leer”, respondieron desde la vereda de enfrente, como un mantra.
El martes 27 hay plenario de comisiones. Concurrirán a dar explicaciones, entre otros funcionarios, los ministros de Hacienda, Guido Bisterfeld, y de Desarrollo Social, Diego Álvarez.
La intención es ampliar el Presupuesto 2024 en $234 mil millones e incluir allí el aumento de ingresos brutos a los bancos, previsto originalmente en el aporte solidario, con el fin de financiar el refuerzo alimentario. El jueves podría haber sesión si es que logran avanzar con la iniciativa.
Frente a la indecisión de la UCR y del PRO crece la inquietud y malestar de los intendentes de la oposición contra sus propios legisladores. Ayer el que estalló fue Abel Sabarots, el intendente de General Acha, que le apuntó directamente al presidente del bloque radical, Hipólito Altolaguirre: le pidió que “escuche” a los jefes comunales, que le vienen pidiendo desde hace meses que resuelvan los fondos para la alimentación.
Lo que hizo enojar a Sabarots -mientras firmaba resoluciones para la compra de urgencia alimentos- fueron las declaraciones de Altolaguirre, antes de la sesión, cuando deslizó que no había mayor preocupación de las municipalidades por la falta de pago de la ayuda alimentaria: sostuvo que solo “tres o cuatro” intendentes lo habían llamado por la suspensión del Rafe. Las esquirlas de este encontronazo entre un “azul” y un “celeste” de la UCR pueden tener derivaciones de cara a las legislativas de 2025.
¿Tienen marguen los opositores para no dar quorum y dejar sin presupuesto a la Provincia? Nadie en su sano juicio lo considera viable. Sería incendiario.
Por lo pronto, los intendentes ya fueron avisados desde algunas oficinas oficiales de las consecuencias de no se logre autorizar un incremento del Presupuesto 2024:
- El Presupuesto 2024 es de 786.619 millones de pesos. Por la devaluación y la inflación, más el recorte del Gobierno nacional, quedó desactualizado. Por eso, el Ejecutivo ya subió por decreto un 23% del presupuesto, en 185 mil millones de pesos. Y en el proyecto de ley enviado a la Legislatura, contempla otros 234.731 millones de pesos. Así se llegará a 1 billón 207 mil millones de pesos.
- El Poder Ejecutivo Provincial, a diferencia del Nacional, no tiene la facultad de prorrogar el presupuesto.
- Los recursos actuales -incluyendo los recientes incrementos por decreto- solo alcanzan hasta el mes de octubre, según estiman.
- Es falso que las finanzas provinciales se beneficien en los próximos meses con la recaudación producto del regreso del Impuesto a las Ganancias sobre el salario: esos mismos ingresos se pierden porque se disminuye el impuesto a los bienes personales.
- Desde octubre, sin el incremento, la suspensión de la ayuda alimentaria quedará como un “problema minúsculo” frente a otras consecuencias catastróficas: directamente no habrá recursos para pagar salarios ni jubilaciones; no se podrán comprar medicamentos ni insumos para las escuelas y las fuerzas policiales; e incluso no habrá prácticamente dinero para coparticipar a las municipalidades y comisiones de fomento.