Consumada la mentira del Gobierno nacional de querer instalar que “una infiltrada” había rociado con gas pimienta a la niña de diez años que estaba en las adyacencias del Congreso y evidenciada la mentira televisada, a Patricia Bullrich no le quedó otra que dar la cara, también por TV, para explicar por qué un agente de la Policía Federal apuntó contra los ojos de Fabricia, la nena que cursa el cuarto grado de la primaria, en la represión policial del miércoles. La ministra de Seguridad tropezó con su vocabulario, al indicar que “nadie gaseó una nena” y que los policías “no ven” producto de que sus cascos le impiden la visión a la hora de apuntar con sus armas. Luego, dijo que su renuncia está a disposición del presidente.
Con el desafío de contrastrar la evidencia visual, en su relato, Bullrich dijo que “la Policía está avanzando y lo que hace es poner atrás a la nena y está tirando gases contra aquellos que habían tirado las vallas”. En ese preciso momento, el periodista de LN+ que la entrevista le aclaró la nitidez del momento en el que un oficial apunta contra los ojos de la víctima, pero Bullrich insistió en negarlo todo. “Nadie gaseó a una nena”, dijo.
“Para nosotros la realidad no es la Policía tirandole a una nena, sino que es un momento de tensión, donde en el medio había una mamá y una nena, que los policías seguramente no vieron”, insistió la ministra. “Nosotros no vamos a ir contra la Policía como muchos quieren”, agregó.
Pasadas horas de la represión desatada en los alrededores del Congreso, las redes sociales comenzaron revelar fotografías y videos que prueban claramente que la Policía Federal gaseó deliberadamente a una niña de 10 años que estaba con su madre sentada en medio del asfalto frente al Congreso y rodeada de manifestantes que intentaban protegerlas, recordó Página/12.
La evidencia que muestra a un policía arrojando gas pimienta en la cara de la pequeña echa por tierra todos los intentos de Javier Milei y su coro integrado por funcionarios y periodistas militantes que se esforzaron por instalar la versión de que ese hecho había sido “fabricado” por quienes salieron a protestar contra el blindaje que la Cámara de Diputados votó a favor del veto presidencial que evita un aumento en los haberes a jubilados y pensionados.
El escándalo de la niña reprimida por las fuerzas de seguridad había sido transmitido en directo. Varios canales de TV y medios alternativos captaron el momento en que ella, que estaba acompañada por su madre, no podía respirar ni abrir los ojos producto del gas pimienta. La mostraron inclusive mientras era atendida por los socorristas médicos que trabajaron en el lugar.
Los testigos aseguraron que la policía la había gaseado, pero en el fragor de la violencia desatada y las corridas, las transmisiones pasaron de largo la evidencia.
Las imágenes aparecieron después. En ellas se ve a la niña resguardando a su madre que estaba afectada por los gases y sentada en medio del asfalto frente a un pelotón de policías que quería avanzar. Varios manifestantes que las escudaban intentaron frenar la marcha hasta que un superior de la fuerza dio la orden y el atropello ocurrió.
Hubo gritos de advertencia: “Hay una nena, hay una nena”. Discusión, empujones y gas pimienta sobre las personas. Los policías siguieron avanzando en bloque hasta que uno de ellos se paró detrás de la mujer y la niña en el asfalto y las roció con gas la cabeza y la ropa de la mujer, y el rostro de perfil de la niña.
“Avancen, avancen”, ordenaban los demás integrantes de Policía Federal comandada por Patricia Bullrich. Inmediatamente después, los manifestantes llevaron hacia un costado a la niña que gritaba: “¡Má, má, má…!”.
Desde que la imagen de la niña gaseada y atendida por los socorristas comenzó a circular en las redes, medios nacionales y algunos internacionales, el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) inventó una versión para inducir la responsabilidad sobre los manifestantes.
El propio presidente Milei lo fogoneó al repostear una fake news con el siguiente mensaje: “Resulta que NO fue la policía quien tiró gas sino (SIC) fueron los mismos manifestantes que le tiraron la sustancia a la niña”. El posteo incluye un video confuso donde una persona de campera colorada arroja un polvo (que no se sabe qué es) contra la policía. En la escena no se ve a la madre con la niña.