El presidente de la Nación, Javier Milei, presentó el proyecto de ley de Presupuesto 2025 en el Palacio Legislativo, enfatizó en la necesidad de sostener el déficit cero y ahondó en críticas a dirigentes opositores. Anticipó que vetará cualquier proyecto de ley que ponga en jaque el equilibrio fiscal y les advirtió a los gobernadores que para garantizar la baja del gasto público consolidado deben hacer un ajuste de 60 mil millones de dólares.
Ante un auditorio con varias ausencias en el recinto de la Cámara de Diputados, principalmente de legisladores del peronismo, el mandatario ratificó la idea económica que lleva adelante, confirmó que continuará con el veto de leyes que pongan en riesgo el equilibrio fiscal que su Gobierno defiende como un mantra y hasta les dejó un claro mensaje a los gobernadores.
Milei llegó al Congreso a las 21.02 acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El mandatario fue recibido por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien se dio un afectuoso abrazo.
Además de los funcionarios, el presidente estuvo acompañado también por sus padres y por su actual pareja, Amalia Yuyito González, quienes se ubicaron en los palcos del recinto.
“Hoy estamos aquí para presentar un proyecto que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que volvamos a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos. Después de años en que la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado. Este presupuesto que estamos presentando tiene una metodología que blinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico”, comenzó Milei.
A lo largo de casi 45 minutoss, y ante la atenta mirada de los integrantes de su Gabinete y de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, Milei explicó por qué decidió ir personalmente a presentar el proyecto al palacio del Poder Legislativo, en un hecho inédito en la historia del país. “Decidí hacerlo personalmente por dos razones: primero, porque soy economista. El primer presidente economista de la historia, para ser más preciso. Y como soy economista, probablemente por deformación profesional, para mí el destino de un pueblo se juega en las definiciones económicas que toma”, afirmó.
Enseguida, esgrimió la segunda causa por la que decidió romper con la tradición de que sea el ministro de Economía de turno el que expone las bases de la iniciativa: “La segunda razón es que vengo a proponer un proyecto de Presupuesto diametralmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados. No sólo distinto, sino el más radicalmente distinto de este siglo”.
Rápidamente, Milei expuso el corazón del proyecto que comenzará a tratar el Congreso: “La piedra basal de este Presupuesto es la primera verdad de la macroeconomía, una verdad que durante muchos años ha sido relegada en Argentina: el déficit cero”.
El mandatario reiteró conceptos económicos que viene esgrimiendo desde su llegada a la Casa Rosada en diciembre pasado, aseguró que el déficit “sólo se cubre con deuda, con más impuestos, o con emisión”, y que ninguna de esas opciones son viables en su proyecto.
“Hoy, en 2024, sin capacidad de tomar deuda, con una presión impositiva descontrolada, y con una inflación interanual arriba del 200%, el pan se terminó, y todos los argentinos estamos sufriendo las últimas consecuencias del chamanismo económico de los últimos gobiernos”, resaltó el Presidente en lo que fue su primera crítica a las últimas gestiones.
En ese marco, resaltó que este 2024 “será el primer año de superávit fiscal sin entrar en default de toda la historia argentina”, y recordó que la última vez que las cuentas públicas tuvieron saldo positivo fue en 2014, pero aseguró que se logró por no pagar los vencimientos de deuda.
El presupuesto oficial que comenzará a tratar el Congreso proyecta la inflación para el año próximo en 18,3% y señala además que la de este año terminaría en 104,4%, una estimación por demás optimista teniendo en cuenta que en los primeros 8 meses de año ya acumuló 94,8 %. Sobre el mediano plazo, el optimismo es aún mayor: en 2026 la inflación sería del 11,6% y en 2007 del 7,4%.
Asimismo, el proyecto espera un crecimiento del PBI para el año próximo del 5%, tasa que se repetiría en 2006 y que se elevaría al 5,6% en 2027.
En cuanto al dólar, las proyecciones son que el tipo de cambio oficial nominal cerrará este año en $ 1.020 y hacia diciembre de 2025 estará en $1.207.
En la continuidad de su discurso, Javier Milei aseguró que la política “necesita” del déficit fiscal “porque es sólo gastando plata que no es suya que pueden hacer negocios para ellos, sus clientes y sus amigos”.
“Hay algo que tiene que quedar claro de una vez y para siempre: no hay nada, pero nada más empobrecedor para el común de los argentinos, que el déficit fiscal. Y no hay nada, pero nada, que enriquezca más a los políticos que el déficit fiscal. Este es el triste papel que el gasto público juega en el modelo de la casta”, fustigó.
Allí, volvió a criticar el concepto de Justicia Social, al que calificó como “extremadamente violenta” ya que “implica sacarle a unos para darle a otros, basada en un principio inconsistente que dice que donde hay una necesidad nace un derecho. Pero el problema, estimados, es que las necesidades son infinitas y los recursos son finitos”.
Allí aprovechó ese concepto para criticar al Congreso por las leyes que calificó de “populistas”, en referencia a la norma que establecía cambios en la movilidad jubilatoria, y ratificó que vetará “todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”.
“No vamos a ser cómplices de estafar al pueblo argentino para adoptar una medida populista. El único contexto en el que aceptaremos discutir el aumento de un gasto es cuando el pedido venga con una expresa explicación de qué partida hay que reducir para cubrirlo. Esto, que debería ser una verdad de perogrullo, parece un sacrilegio dicho en esta casa, lugar de donde han salido la totalidad de las medidas populistas que han arruinado este país”, agregó para cuestionar explícitamente a los legisladores.
Milei también reiteró la idea de que su Gobierno implementó “el mayor ajuste en la historia de la humanidad” y rechazó a quienes lo acusan de no tener gestión. Fue ahí cuando hizo un rápido recorrido por lo que definió como logros de su Gobierno para resaltar, sin nombrarlos, a varios ministros del Gabinete, como Luis Caputo, Patricia Bullrich, Sandra Pettovello y Federico Sturzenegger.
“Gestionar no es designar miles de funcionarios en todos los rincones del estado, cuando la mitad de esas áreas no debería existir; gestionar es haber evitado la hiperinflación que nos dejaron en puerta y haberla bajado al 4% mensual; gestionar es haber eliminado los piquetes y llevar más de cuatro meses sin cortes de calle en el AMBA o haber reducido el 75% de los homicidios en Rosario”, enumeró.
“Gestionar es achicar al estado, para engrandecer a la sociedad. Estamos resolviendo en 1 año el desastre que nuestros predecesores, por acción u omisión, generaron durante más de 20 años. Así que cuando los responsables del fracaso nos acusan de no tener gestión, lo llevamos en el pecho con orgullo”, añadió.
Luego, Milei puso énfasis al cambio rotundo en la forma en elaborar el Presupuesto que busca implementar, algo que definió como uno de los legados que busca dejar como mandatario. En ese marco, planteó la idea de “una regla fiscal inquebrantable” que se aplicará en cada uno de los proyectos de ingresos y gastos que impulse.
Según explicó, la primera premisa de esa idea “es que el superávit primario tiene que equivaler o exceder obligatoriamente al monto de los intereses de deuda a pagar”, y aseguró que vendrán años de “abundancia” económica.
“Nuestra metodología presupuestaria va a lograr tres objetivos inéditos. Va a garantizar el equilibrio fiscal, terminando con el castigo de la deuda y la emisión; va a obligar al Estado a hacerse cargo y absorber el costo de eventuales recesiones; y para los períodos de abundancia como serán los años que vienen, va a obligar a devolver el exceso de recaudación a la sociedad a través de la baja de impuestos”, detalló.
En el medio, tuvo un cruce con los diputados kirchneristas que estaban presentes. “Ustedes no saben sumar”, les dijo.
En la última parte de su presentación, Milei habló directamente de la necesidad debatir el rol que debe tener el Estado, y rechazó la idea de que deba ser “como una niñera que se tiene que hacer cargo de todo, desde darle de comer hasta entretener a cada argentino”.
Según dijo, esa concepción tuvo como consecuencia “el 50% de pobreza, el retorno del analfabetismo, tasas de criminalidad siderales, un entramado energético que no soporta cuatro días de calor seguidos, fuerzas armadas abandonadas y sin capacidad de respuesta; una Justicia trágicamente lenta, y hospitales públicos sin insumos que no pueden curar a nadie”.
Por eso, afirmó, “es hora de volver a las bases y barajar de nuevo algunas definiciones. Lo fundamental que tiene que hacer un Estado nacional es asegurar la estabilidad macroeconómica y el imperio de la ley. Punto. Cualquier otra cuestión puede resolverse a través del mercado, o es competencia de los gobiernos sub-nacionales”.
En ese camino conceptual, Milei afirmó que la reducción del gasto para lograr superávit va a ser el corazón de la solución para los problemas económicos del país. También, aseguró que “el superávit va a hacer que la deuda sea sostenible; la sostenibilidad de la deuda va a bajar el riesgo país y abaratar el costo financiero, contribuyendo al aumento de la inversión y el ahorro; y en consecuencia al crecimiento económico y del salario real. A su vez implicará menor presión fiscal futura sobre los contribuyentes, lo que significará mayor incentivo para invertir”. Según afirmó, para lograr eso, el Gobierno impulsa “el plan de reformas estructurales más ambicioso de toda la historia argentina”.
Más allá de esta definición, el mandatario no dio precisiones sobre una posible baja de impuestos en lo inmediato.
Sobre el final de su presentación, Milei le envió un mensaje directo a los gobernadores, con quienes ha mantenido una relación tirante desde el inicio mismo de su gestión, más allá de algunos casos puntuales en los que ha conseguido coordinar la gestión. El mandatario aseguró que su Gobierno está llevando adelante “una guerra contra el gasto público y el costo argentino”, pero advirtió que eso debe darse también en las provincias y en los municipios.
“A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias, en su conjunto, hagan un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”, apuntó´.
Antes del cierre, el Presidente les habló directamente a los diputados y senadores, a quienes les aseguró que el país vive “un momento bisagra” de su historia y les dijo que confía en que debatirán el proyecto de Presupuesto “con la responsabilidad y seriedad que nuestra situación actual requiere”.
“O hacemos exactamente lo contrario a lo que venimos haciendo hace más de 100 años y nos dejamos de hundir. o seguimos haciendo lo mismo, dejamos todo como está, y mantenemos este sistema putrefacto que empobrece todos los días a los argentinos. Esos son los dos caminos. Sepan ustedes, miembros de este honorable Congreso, que la decisión de qué lado de la historia quieren permanecer es suya”, dijo Milei.
Antes de cerrar, Milei citó una frase de Cicerón, político y filósofo romano: “El presupuesto debe equilibrarse; el tesoro debe ser reaprovisonado; la deuda pública debe ser disminuida; la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar en lugar de vivir a costa del Estado”
Ahí, le envió otro mensaje a los diputados kirchneristas. “Esta frase tiene más de 2000 años, ustedes de eso no aprendieron nada”, dijo.