La explosión masiva y simultánea de pagers -equipos buscapersonas- en Siria y el Líbano ocurrió este martes y tuvo como blanco miembros del grupo terrorista chiita libanés Hezbollah. Hay ocho muertos y más de 2.800 heridos, de los cuales 200 están graves. Investigan si se trató de un plan armado por Israel.
Uno de los heridos fue el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, quien se encuentra en «buen» estado tras haber sufrido una herida superficial este martes en la cadena de explosiones. Así lo informó informó en su cuenta de X la delegación diplomática iraní.
Un funcionario militar y un funcionario de un grupo libanés, de los cuales ambos hablaron a condición de anonimato debido a la sensibilidad del tema, dijeron que buscapersonas de miembros de Hezbollah han estallado. El segundo funcionario dijo que se cree que se trató de un ataque israelí.
La agencia estatal de noticias reportó que en los suburbios sureños de Beirut y otras áreas “el sistema de buscapersonas fue detonado usando tecnología avanzada, y se reportaron docenas de heridos”. No quedaba claro si hubo alguna fatalidad.
The Associated Press llamó al Ejército israelí, que se negó a formular comentarios.
Fotos y videos colocados en las redes sociales y en la prensa local desde el sur de Beirut muestran a personas en el suelo, con heridas en sus manos o cerca de sus bolsillos.
El líder del grupo armado libanés Hezbollah, Hasán Nasrala, previamente había llamado a los miembros del grupo a no llevar teléfonos celulares, advirtiendo que Israel podría usarlos para rastrear sus movimientos o atacarlos.
El incidente ocurre en momentos de altas tensiones entre Líbano e Israel. Hezbollah y el ejército israelí han intercambiado fuego casi a diario desde que estalló la guerra en Gaza entre Israel y el grupo armado palestino Hamás.