El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, confirmó a dirigentes ruralistas pampeanos que dieron marcha atrás y que no cerrarán las sucursales bancarias de 9 localidades de La Pampa. De todas maneras, por el momento la Gerencia Zonal de La Pampa permanecerá cerrada.
Tillard lo comunicó en una reunión que mantuvo con la Mesa de Enlace pampeana, que reúne a dirigentes rurales de diferentes puntos de la provincia. “En un encuentro con la Mesa de Enlace pampeana, Daniel Tillard aseguró que ‘el mandato de Javier Milei es que prestemos más; el gobierno es aliado de la producción’. Y confirmó que la suspensión del aumento de impuestos a los créditos permitirá que las sucursales permanezcan abiertas”, informó el propio banco en sus redes sociales.
Desde la Mesa de Enlace confirmaron otro dato: la Gerencia Zonal seguirá cerrada.
Ayer, en tanto, el funcionario nacional Martín Matzkin también había adelantado esta posición del Banco Nación. Hoy lo oficializó el propio banco.
La confirmación de esta decisión, que trae alivio a la provincia, llega después de que La Pampa decidiera este jueves 10 retrotraer la alícuota del impuesto de ingresos brutos al Nación y a otros bancos privados del 15,47% al 9,1% (y el Banco de La Pampa absorverá esa quita y su alícuota se elevará al 20%).
Recientemente, a raíz de la suba de la alícuota de ingresos brutos desde el 1° de septiembre al 31 de diciembre, el Banco Nación había anunciado el cierre de la Gerencia Zonal y de las sucursales de Bernasconi, Colonia Barón, Eduardo Castex, General Acha, Guatraché, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Victorica y Winifreda. De esta manera, solo quedarían abiertas Santa Rosa, General Pico, Realicó, Macachín y Quemú Quemú. La situación había puesto en alerta a unos 80 empleados de los 202 trabajadores del Nación en La Pampa.
A fines de agosto, la Legislatura -luego de cuatro meses de discusiones y sesiones que se cayeron por falta de cuórum- aprobó la suba de ingresos brutos del 9,1% al 15,47% a las entidades bancarias y el Casino Club, con el objetivo de sostener un fondo de asistencia alimentaria.
Como habían sostenido los legisladores opositores, los bancos pusieron el grito en el cielo. El Nación dijo que la medida era “irrazonable” y “confiscatoria” y comenzó a presionar fuertemente para que el Gobierno de Sergio Ziliotto dé marcha atrás.
En ese marco, el BNA presentó una demanda judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación; cerró la Gerencia Zonal de La Pampa (ahora las sucursales dependen de la gerencia de San Luis); anunció para los próximos días el cierre de 9 de sus 14 sucursales, donde trabajan unos 80 empleados; y finalmente inhabilitó las operaciones con el BLP.
Presionado por todos lados, Ziliotto terminó de tomar la decisión de retrotraer ingresos brutos a los valores de agosto luego de reunirse con 8 de los 9 intendentes de las localidades donde el Banco Nación pretende levantar campamento. Los jefes comunales le dijeron que, además de la pérdida de puestos laborales, lo sufrirían comerciantes y productores rurales: es que ya no les quieren refinanciar los descubiertos o créditos y les piden que hablen con San Luis o Buenos Aires porque les sacaron todas las funciones a los gerentes.